El 15-M peregrina a Bruselas

Unos se quedan y otros se van. Mientras la acampada de los caminantes indignados permanece frente al Congreso de los Diputados, un grupo de unas 20 personas inicia esta tarde la marcha hacia Bruselas desde el kilómetro cero de Madrid. Estudiantes y parados, que no tienen nada que perder, según dicen, tienen previsto llegar el 7 de octubre, una semana antes de que se celebre la manifestación de Democracia Real Ya el 15 de octubre. La primera parada será a 17 kilómetros de la capital. Esta noche en Alcobendas. Otros grupos de indignados de Toulouse (Francia) o de la ciudad alemana de Aachen se unirán a la marcha hacia Bruselas.

En la carrera de San Jerónimo hay instaladas todavía algunas tiendas de campaña, aunque el Movimiento 15-M había decidido que no se prolongaría la acampada iniciada el domingo tras la Gran Marcha Popular y la manifestación. Algunos de los participantes que vinieron de otras regiones de España se quedaron a pasar la noche frente a la Cámara Baja, a pesar de que la acampada de Madrid les había dado dos opciones: unirse a la acampada itinerante por los municipios madrileños o quedarse en casas ocupadas. Los indignados acampados frente al Congreso comparten la plaza con varios furgones de la Policía Nacional. El sindicato unificado de Policía ha pedido esta mañana a los políticos que "convenzan" a los indignados para que no se instalen de nuevo en un espacio público. "Lo de ocupar las plazas públicas puede tener sentido al principio, para llamar la atención, pero permanentemente no se puede ocupar el espacio público", ha declarado José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del sindicato policial.

Los "indignados" tienen previsto entregar mañana en el Congreso de los Diputados un documento reivindicativo en el que se recogen problemas detectados por miembros del movimiento 15-M a su paso por diferentes zonas de España durante la marcha que iniciaron hace un mes. El dossier, que se está elaborando en estos momentos, recoge "todas las experiencias y vivencias" de los participantes en la marcha, que van desde la falta de agua en algunas poblaciones, la utilización de transgénicos o la presencia de caciques en determinados pueblos, ha señalado Santiago Roldán, uno de los miembros del movimiento.