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Rubalcaba planea acabar con los sueldos públicos desorbitados

Pedirá que aporte más "quien menos ha sufrido la crisis"

Naiara Galarraga Gortázar
Rubalcaba conversa con miembros de las Juventudes Socialistas en la sede del PSOE.
Rubalcaba conversa con miembros de las Juventudes Socialistas en la sede del PSOE.SANTI BURGOS

El candidato socialista a La Moncloa, Alfredo Pérez Rubalcaba, reivindicó ayer la austeridad y prometió acabar con los sueldos públicos desorbitados durante el encuentro que mantuvo con miembros de las Juventudes Socialistas en la sede del PSOE, en la calle de Ferraz. Cuando alguno de sus interlocutores criticó los elevados salarios de algunos alcaldes -un tema muy de actualidad tras las elecciones municipales-, Rubalcaba aseguró que acabará con esos excesos "se llame como se llame el que lo haga", según asistentes a la reunión, celebrada a puerta cerrada salvo los primeros 20 minutos.

En su intervención inicial, el exministro se mostró optimista y cauteloso respecto al panorama económico: "Estamos viendo la salida de la crisis, vemos luz al final del túnel, estamos creciendo, aunque no digo que no haya que esforzarse". Ante esa perspectiva, apeló a los más ricos pero sin precisar nada. "A los que menos han sufrido la crisis, a los que no la han sufrido, les vamos a decir que aporten más, que echen una mano, para que todo el mundo salga [de la crisis] al mismo tiempo", declaró el candidato a presidente. En su proclamación, hace 15 días, ya mencionó su intención de recuperar el impuesto de patrimonio.

En este encuentro con militantes, el primero que celebra en Ferraz, el cabeza de lista del PSOE también se refirió a problemas específicos de los jóvenes. Aunque no mencionó al 15-M ni a los indignados que marchaban hacia el kilómetro cero, sí les recomendó que no se fíen de quienes les halagan constantemente -"intentan venderos algo", les advirtió- ni tampoco de quienes les regañan continuamente -"intentan recortaros derechos"-. Por eso, dijo, acepta algunas de sus reivindicaciones y otras, no. "Creo que los jóvenes quieren respeto, no eslóganes".

"Igual que vamos a aprender que no podemos construir 800.000 viviendas al año, ni endeudarnos tanto como país, hay que aprender que en la sociedad del conocimiento el abandono de la educación es un desastre", afirmó, y propuso "un esquema de formación-empleo" destinado a los cientos de miles de jóvenes parados que dejaron el instituto por un trabajo en la construcción. Y abogó por otro programa específico de empleo para los que tienen formación pero no logran un primer empleo.

Otros adolescentes estaban también en la mente de todos, los más de 85 asesinados en un campamento del Partido Laborista en Noruega. Rubalcaba, con un lazo blanco en la solapa, lo calificó de "monstruosidad", y recordó: "Nosotros sabemos bien lo que es la violencia política". Y ofreció su receta: "Contra la violencia política no hay otro remedio que la firmeza democrática". Los reunidos expresaron su condolencia por las víctimas con un minuto de silencio.

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Sobre la firma

Naiara Galarraga Gortázar
Es corresponsal de EL PAÍS en Brasil. Antes fue subjefa de la sección de Internacional, corresponsal de Migraciones, y enviada especial. Trabajó en las redacciones de Madrid, Bilbao y México. En un intervalo de su carrera en el diario, fue corresponsal en Jerusalén para Cuatro/CNN+. Es licenciada y máster en Periodismo (EL PAÍS/UAM).

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