Camacho, el veterano de Interior

El número dos de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Ministerio del Interior ha sido el elegido para asumir el mando de esta complicada cartera en su lugar. Antonio Camacho Vizcaíno, de 46 años, ejerce de secretario de Estado de Seguridad desde el primer Gobierno de Zapatero. Fue nombrado primero por el anterior titular, José Antonio Alonso, con quien mantiene desde siempre una magnífica relación, pero Rubalcaba lo mantuvo en el cargo cuando accedió a él en 2006 tras la remodelación del Gobierno. 

Fumador, está separado y tiene un hijo. Aseguran quienes le conocen que es una persona muy discreta, de pocas palabras, de carácter templado y que a primera vista puede parecer frío, pero que no lo es en una aproximación más personal. Camacho es un duro parlamentario, que responde con fuerza en sus intervenciones y que tuvo a Alicia Sánchez Camacho, ahora líder del PP en Cataluña, su alter ego parlamentario.

El nuevo ministro procede de la carrera fiscal y judicial. Es fiscal desde 1991, cuando aprobó la oposición, y ha ejercido en el Tribunal Superior de Justicia de Valencia (1991-1993) y en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, donde estuvo adscrito a los Juzgados de Valdemoro, a Vigilancia Penitenciaria, a los Juzgados de Getafe y a la Secretaría Técnica. También fue portavoz y presidente de la Unión Progresista de Fiscales. Se le consideraba entonces muy próximo a Mariano Fernández Bermejo, ex fiscal jefe de Madrid, y a Carlos Jiménez Villarejo, antiguo titular de la Fiscalía Anticorrupción.

Durante sus siete años como secretario de Estado, Camacho ha tenido que lidiar con los grandes asuntos de una cartera difícil: la lucha contra el terrorismo, la inmigración, la ejecución de la ley contra la violencia de género… Y, también, pese a su papel bajo la sombra de un carismático ministro como Rubalcaba, se convirtió en el blanco de la estrategia de oposición del PP, cuando esta trató de implicarlo en el caso Faisán.

En él se investiga un supuesto chivatazo que, el 4 de mayo de 2006, alertó a la red de ETA de que les estaban investigando y de que podían ser detenidos en cualquier momento. Según el juez Pablo Ruz, la persona que proporcionó al dueño del bar Faisán, Joseba Elosua, el móvil por el que recibió el aviso es alguien relacionado con las Fuerzas de Seguridad y que quien efectivamente habló con Elosua fue alguien de Interior. Pero el juez descartó siquiera llamar a declarar a Camacho al apreciar que no había vínculos con la investigación.

Ahora ha sido elegido ministro precisamente por su veteranía en el Ministerio del Interior, puesto que los pocos meses que le quedan de mandato a Zapatero hacían más efectivo nombrar para el cargo a alguien que no tuviera que empaparse de nuevo de todas las áreas que cubre este ministerio. "Tiene un perfil muy adecuado", ha justificado el presidente del Gobierno.