Mas afirma que el Gobierno estuvo ayer al límite y al borde de caer
El presidente de la Generalitat asegura que el Gobierno estuvo ayer al "límite, límite" durante el acuerdo de la negociaicón colectiva
Artur Mas, presidente de la Generalitat, ha asegurado esta mañana que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estuvo ayer al borde de caer durante la negociación para no bloquear la reforma de la negociación colectiva. "El Gobierno estuvo al límite, al límite, límite. Estuvo a punto de caer. Pero al final, los vascos (el PNV) decidieron abstenerse y les salvaron", ha dicho el presidente catalán en una entrevista en Catalunya Ràdio. CiU y Coalición Canaria también se abstuvieron.
Durante la entrevista, Mas ha revelado que CiU comunicó al Gobierno que no quería ser su único apoyo ante la escasa colaboración que le presta el PSC en Cataluña. "Les dijimos que solos no, que se buscaran otros aliados. Se pasó momento delicado. Ayer se pudo acabar en la legislatura. Tenemos un Gobierno que no esta a la altura de las circunstancias en muchos sentidos". Y en un duro ataque, ha añadido: "De este Gobierno se puede esperar muy poca cosa: está contra las cuerdas; Zapatero está archivado -y lo digo con toda la educación- y no será candidato. Rubalcaba es el número dos y como es candidato no querrá hacer", ha afirmado Mas, que ha alertado que si la economía española se derrumba, el impacto sobre el conjunto de Europa será mucho peor que el de Grecia. "No creo que pase", ha dicho.
Pese al acuerdo, Mas ha señalado que su abstención no es estrictamente a cambio de algo en aplicación de la política del peix al cove (pájaro en mano), que tantos réditos le dio al expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol. "No ha sido una subasta pero dentro de unas semanas tendremos unos éxitos bilaterales", ha dicho en alusión a la política de convenios relacionado con el Bienestar Social. Los acuerdos pasarían por la explotación aeroportuaria y el traspaso de la propiedad de hospitales, que pertenecen a la Seguridad Social. La idea del Gobierno catalán es venderlos y tenerlos en régimen de alquiler para obtener liquidez y poder sanear las depauperadas cuentas de la Generalitat.
