El peculiar deshoje de la margarita de IU en Extremadura
Así decide la formación si apoyará al PSOE o permitirá que sea el PP quien gobierne en la comunidad autónoma
“No podemos permitir que el PSOE continúe gobernando en Extremadura, nos han estado ninguneando todo este tiempo”; “PP y PSOE han estado pactando toda la vida en esta comunidad, no sé si nos necesitan”…. Frases como estas, o similares, son las que se escuchan desde este martes en las asambleas que se están celebrando en los 120 municipios de Extremadura en los que Izquierda Unida ha presentado candidatura.
Decidir en asamblea si mantener al PSOE al frente de la Junta extremeña o permitir que sea el PP quien se haga con la presidencia de la comunidad autónoma. El peculiar deshoje de la margarita de IU pasa por escuchar primero la opinión de sus bases. Si bien este proceso consultivo no es vinculante ya que la última palabra la tendrá el Consejo Político Regional. “El debate se abre a los militantes y la decisión de sus votos conforma el ideario que ellos presentan ante el Consejo”, explica Joaquín Paredes, secretario de organización de IU y concejal de Trujillo (Cáceres).
Cada asamblea municipal decide cómo votar, si a mano alzada o en secreto, pero antes todos los militantes y simpatizantes que tienen derecho a participar en el proceso puede manifestar libremente lo que opinan sobre las tres opciones que se les han propuesto: abstenerse, apoyar la investidura del candidato socialista Guillermo Fernández Vara sin entrar en el Gobierno o apoyar la permanencia del PSOE en el Ejecutivo con representación de IU en él. El coordinador local que decida convocar una asamblea se pone en contacto con la Secretaría General que le remite por correo la lista con los afiliados y simpatizantes –“interventores, apoderados que no pertenecen al partido, voluntarios en las campañas…”, explica Paredes- que pueden votar. “En total participarán 2.000 personas”.
En ciudades grandes como Mérida o Badajoz ya han decidido (lo han hecho por voto secreto); en Plasencia lo harán el próximo lunes y todavía falta por convocar las asambleas de Trujillo o Cáceres. Los municipios tienen de plazo hasta el final de la semana que viene. De cada reunión se levanta un acta con el nombre de los miembros que han participado y se remite a la secretaría general. El recuento final se hará antes del 17 o 18 de junio, fecha en la que está previsto que se reúna el Consejo Regional.
Cada asamblea municipal decide cómo votar, si a mano alzada o en secreto, y todos los militantes y simpatizantes puede defender su postura
De momento no se conocen los resultados de las votaciones que ya se han llevado a cabo, pero entre las bases de IU hay cierto resquemor contra el PSOE. En Mérida, por ejemplo, nadie perdona que el alcalde en funciones, Ángel Calle, abandonara la coalición para encabezar la lista socialista en las pasadas elecciones. El propio Paredes reconoce que pese a que su formación no ha tenido representación en el Parlamento autonómico en estos cuatro últimos años, el PSOE podría haber tenido la deferencia de invitar al coordinador general a algún debate sobre el Estado de la Región y recrimina que en ocasiones no se haya “portado del todo bien en ayuntamientos donde teníamos concejales”. Sin embargo puntualiza que la decisión que adopte el Consejo nunca será “revanchista” porque “la militancia de IU es madura”.
Aunque la participación de sus miembros y simpatizantes en las votaciones es nutrida - “las decisiones asamblearias son tradicionales en IU”, explica Paredes-, cabe la posibilidad de que finalmente los 52 miembros del Consejo Regional no apoyen la opción mayoritaria de sus bases, ya que en su resolución deben ponderar, entre otras cosas, la voluntad de los Socialistas Independientes de Extremadura, -el partido con el que IU ha concurrido a las elecciones y que se ha mostrado favorable a respaldar a Vara- y la afinidad programática del PP y PSOE. “Ambos partidos están siendo muy respetuosos con este proceso”, reconoce Paredes que se niega a desvelar si, al margen de la consulta con las bases, IU también está manteniendo consultas con esas formaciones.
El secretario de organización, miembro de ese Consejo, no revela qué criterios va a seguir ese órgano, pero su afirmación despeja muchas dudas: “Los militantes de IU son igual de maduros para aceptar la decisión del Consejo como lo es el Consejo para aceptar la decisión de los militantes”.
IU sigue deshojando la margarita, a su peculiar y novedosa manera.
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