IU recupera 200.000 votos pero pierde su bastión de Córdoba
La formación suaviza como bisagra el desplome del PSOE
Tras 15 años viendo cómo se le fugaban los votantes, IU ha recuperado 200.000 votos y ha crecido casi un punto en las elecciones municipales: del 5,48% de 2007 al 6,33%. Pero es un resultado amargo, porque el papel de bisagra al que aspiraba se verá muy limitado por el desplome del PSOE. Y porque, frente a su subida en varios territorios, se estrella justamente en su bastión: el califato rojo de Córdoba pasa al PP.
Los populares han obtenido la mayoría absoluta en una ciudad que el PCE o IU habían gobernado desde la Transición —salvo cuatro años del PP en los noventa—. La pérdida de la alcaldía no se produce, como había augurado la dirección de IU, por la debacle de los socialistas, pues estos mantienen sus cuatro escaños. El desplome es de IU, que pasa de 11 a 4 concejales. Buena parte de sus votos han ido aparentemente al nuevo partido Unión Cordobesa, liderado por el constructor Rafael Gómez, Sandokán, imputado en la Operación Malaya, que entra en el Consistorio con cinco ediles. El jefe de campaña de IU, Ramón Luque, ha calificado de “nota amarga” lo ocurrido en Córdoba.
También es más que probable que IU salga del Gobierno de Asturias (aunque mantendría sus cuatro diputados): una coalición entre el PP y Foro Asturias expulsaría a PSOE e IU del Ejecutivo del Principado después de ocho años. Y la duda principal estaba este domingo por la noche en Extremadura: la lista de IU consigue volver al Parlamento con tres escaños, y eso podría salvar in extremis el Gobierno del PSOE. Con el 90% escrutado, PSOE e IU sumaban un escaño más que los populares.
Unión Cordobesa, liderado por Rafael Gómez, el constructor imputado en el 'caso Malaya', logra cinco de los 11 concejales de IU
La formación de Cayo Lara sube mucho en Aragón —de un diputado pasaría a cuatro—. Allí, el Gobierno dependerá de lo que haga el Partido Aragonés: podría dar la llave de la Presidencia al PP o coaligarse con PSOE, IU y Chunta. En la capital aragonesa, Zaragoza, la subida de IU es clave: pasa de uno a tres ediles; con ellos y los tres de la Chunta, el socialista Juan Alberto Belloch mantendrá la alcaldía.
Izquierda Unida tiene dos objetivos inmediatos tras el 22-M: uno, reforzarse como bisagra en ayuntamientos y comunidades para tirar del PSOE hacia la izquierda; dos, sentarse a estudiar por qué no ha sabido atraerse antes a los indignados del Movimiento 15-M, y hacer algo para captarlos a partir de ahora.
Las dos son igual de urgentes. Porque IU parece haber resurgido en estas elecciones de sus cenizas y toma oxígeno; pero a medio plazo eso podría no significar nada si la formación se aleja de la masa social que, hasta ahora, consideraba propia y que en esta semana ha manifestado —literalmente— su autonomía.
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