López pactó con el secretario general realizar una conferencia política

Un almuerzo de Patxi López con Alfredo Pérez Rubalcaba y una posterior conversación telefónica del lehendakari con José Luis Rodríguez Zapatero, previa a la reunión con el resto de los secretarios generales territoriales, encauzaron ayer la solución de consenso que hoy se someterá al comité federal. En ella quedó acordado que Rodríguez Zapatero propondría la celebración de una conferencia política, en la que se producirá el “debate de ideas y proyectos” que López reclamó en su comparecencia del pasado martes.

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, quiso dejarlo claro al mencionarle expresamente y atribuirle la paternidad de la propuesta al dar cuenta de la reunión de ayer: “En este encuentro, los secretarios generales, recogiendo la propuesta de Patxi López”, enfatizó, “hemos acordado proponer al comité federal la celebración de una conferencia política a primeros de septiembre”.

El lehendakari protagonizó en la reunión la primera intervención después de la de Zapatero y fue para explicar ante todos los presentes la iniciativa que impulsó el martes y las razones que la movieron: fundamentalmente, el convencimiento de la necesidad de un debate “de ideas y proyectos”, como dijo al anunciarla, que ofrezca a la sociedad una imagen regenerada y merecedora de confianza en el socialismo español, además de un candidato para representarla y tratar de llevarla de nuevo al Gobierno. Tras esa explicación, atentamente escuchada por todos los presentes, y en la que ratificó los argumentos que manejó el martes al dar a conocer su petición de un congreso, afirmó que lo planteado por Rodríguez Zapatero se correspondía con lo que él perseguía; es decir, que la fórmula de la conferencia política le parece suficiente y da satisfacción a sus pretensiones, aunque hubiera preferido que se le llamara congreso.

Que López se haya avenido a prescindir de la celebración de un congreso no supone una derrota, a tenor de las palabras de Blanco anoche. El vicesecretario general no dijo si, a la vista de los acontecimientos desencadenados y el desenlace de ayer, considera acertado el proceder de López, pero sí lo analizó desde otro enfoque: “Si la valoración se plantea en términos de fortalecimiento o debilitamiento, sale reforzado, porque él no planteó ninguna otra cosa” que la celebración de un debate del que salga “lo que le vamos a decir a la sociedad española”. Esa fue su respuesta a una pregunta sobre los pelos en la gatera que se ha podido dejar López en esta arriesgada incursión en la política de la cúpula del PSOE.

La delegación vasca al completo, que anoche ya estaba en Madrid y respaldará hoy el discurso de López en el comité federal, transmitía la misma impresión: consideran acrecentado el liderazgo de Patxi López y el peso de su figura en el conjunto del socialismo español.

El lehendakari resaltará hoy que la esencia de su propuesta era su oposición a acudir a las elecciones generales sin un proyecto fruto de un debate profundo que acompañe al mejor candidato y, al igual que hizo ayer, prescindirá de la reclamación del congreso. “Se ha aceptado nuestro planteamiento, hemos conseguido establecer ese debate, al que se ha dado hoy [por ayer] el visto bueno”, señalaban anoche de modo generalizado los miembros de la delegación vasca en el comité federal.