El PSOE agita el "antipatriotismo" de los populares

No estaba en el guión del comité de campaña del PSOE el ingrediente de la solvencia económica de España en la seguridad de que no sería un asunto del que se fuera a ocupar el líder del PP, Mariano Rajoy. El perfil moderado con el que Rajoy trata de aparecer ante los votantes excluía en principio alusiones a la solvencia de España en los mercados. Pero no ha sido así para sorpresa de los socialistas, que a toda prisa han incorporado este ingrediente para descalificar a los populares. Eso sí, hasta ahora siempre había una dosis de recuerdo de que, cuando meses atrás España estuvo al borde del precipicio, el PP votó contra las reformas de ajustes que la Unión Europea impuso.

ero ayer Rajoy dio pie a que de nuevo se vuelva a las acusaciones de "falta de patriotismo". El líder del PP, a propósito de la mala situación de Grecia, ha mencionado a España como si también pudiera estar en la situación de rescate. "Son patriotas de hojalata", dijeron anoche todos los dirigentes socialistas que tenían intervenciones públicas y, además, su discurso es "antiespañol".

El propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anoche en Santander, acusó en tono de denuncia y tan alto que casi satura la megafonía: "El PP trata de minar y socavar la credibilidad de España todos los días, pero se va a equivocar". Para poner el broche a las protestas de su partido a lo largo del día, se dirigió al responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, que situó a España al borde del precipicio. Le pidió que tenga "un poco de aprecio a su país".

Este nuevo elemento de campaña también sirve para cumplir el principal objetivo de la campaña: espolear la conciencia de ese 30% de indecisos en los que aún depositan alguna esperanza para que la debacle augurada no sea tal. O, al menos, la derrota no sea tan grave. Las razones que les hacen pensar que aún tienen alguna posibilidad de que parte de sus antiguos electores les den otra oportunidad se basa en que la mayoría no les castigará apoyando a otro partido sino que se abstendrá. De ahí que día a día aumentarán las críticas al PP en los aspectos que en mayor medida puedan mover la voluntad del electorado progresista.

Los socialistas constatan que el centro derecha está movilizado a favor del PP. Aunque hay excepciones como Castilla-La Mancha, donde el presidente, José María Barreda, necesita traspasar barreras ideológicas para obtener apoyos suficientes para ser reelegido. Ayer, en Santander, con la candidata a la presidencia, Dolores Gorostiaga, hizo otra excepción. A Zapatero le parece bien que Gorostiaga siga gobernando con el Partido Regionalista, que preside Miguel Ángel Revilla.