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Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado
Planeta Futuro
Tribuna
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¿Cómo están las ciudades mejorando la seguridad vial y protegiendo la salud de las personas?

Durante la pandemia, el mundo comprendió la importancia de las actuaciones locales en las ciudades para contener la propagación de un virus. Ejemplos como el de la Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam, demuestran el poder de las políticas sociales

Una calle de Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam.
Una calle de Ciudad Ho Chi Minh, en Vietnam.picture alliance (dpa/picture alliance via Getty I)

Durante la pandemia de covid-19, el papel de las ciudades en la protección de la salud cobró repentinamente toda su importancia. Al ser zonas de alta densidad de población, las ciudades estuvieron en primera línea de las decisiones y respuestas normativas, y el mundo empezó a ver lo importantes que eran las actuaciones locales para contener la propagación de un virus. Sin embargo, la función de una ciudad en el ámbito de la salud no se limita en absoluto a las pandemias.

Durante mi estancia en Wellcome Trust y en mi actual cargo de Director Científico de la Organización Mundial de la Salud, me he centrado en la salud mundial. Con todo, mis primeros años de actividad profesional transcurrieron en el ámbito local, por lo que tengo experiencia de primera mano acerca del papel crucial que desempeñan las autoridades municipales en la protección de la salud en todo momento, no solo durante las emergencias sanitarias mundiales.

Entre 1996 y 2013 estuve viviendo en Ciudad Ho Chi Minh, donde trabajé como Director de la Unidad de Investigación Clínica del Hospital de Enfermedades Tropicales de Vietnam. Durante ese tiempo asistí no solo al increíble desarrollo de la ciudad, sino también a una notable mejora de la seguridad vial. Se añadieron más pasos de peatones en las calles de la ciudad para que los peatones cruzaran con seguridad en lugar de jugársela con el tráfico. Con el diseño inclusivo de las calles, el uso obligatorio del casco por parte de los motoristas y las políticas para mejorar la seguridad vial se empezó a proteger a los peatones, a los motoristas y al creciente número de conductores de coches.

Este tipo de leyes no siempre se consideran políticas de salud pública, pero son de vital importancia para protegernos a todos en nuestra vida cotidiana. También son esenciales para proteger la salud de la próxima generación: las lesiones por accidentes de tráfico son la principal causa de muerte entre niños y jóvenes de cinco a 29 años.

El riesgo de muerte para los peatones atropellados por un coche que circula a 65 kilómetros por hora es 4,5 veces mayor que si el coche circula a 50

Mi estancia en Ciudad Ho Chi Minh llegó a su fin, pero no así los esfuerzos de la ciudad por mejorar la seguridad vial. La ciudad ha continuado su labor y ahora forma parte de varios programas apoyados por la OMS: la red Alianza para Ciudades Saludables y la Iniciativa de Bloomberg Philanthropies para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS, por sus siglas en inglés). Con el apoyo de expertos y homólogos internacionales, la ciudad ha hecho cumplir la normativa local sobre exceso de velocidad y conducción bajo los efectos del alcohol, ha mejorado las infraestructuras en torno a los colegios para reducir el exceso de velocidad y ha reforzado la recopilación de datos para contribuir a fundamentar las políticas. Además, organiza periódicamente campañas en los medios de comunicación para animar a la gente a cumplir las normas de tráfico, como respetar los límites de velocidad o no conducir bajo los efectos del alcohol. Esto es importante porque sabemos que, por cada kilómetro que se incrementa la velocidad, también aumentan el riesgo y la gravedad de un accidente. El riesgo de muerte para los peatones atropellados por un coche que circula a 65 kilómetros por hora es 4,5 veces mayor que si el coche circula a 50.

En 2022, la ciudad registró un descenso de casi el 23% en el número de víctimas mortales de accidentes de tráfico con respecto a 2016. Estadísticas como estas muestran el poder de las políticas y los programas locales basados en pruebas científicas sólidas. El éxito observado en las ciudades se ha traducido a escala nacional: Vietnam se ha convertido en uno de los países que más han reducido el número de víctimas mortales, con un descenso del 40% entre 2010 y 2021.

Más carriles bici

Incluso durante la propia pandemia de COVID-19, la seguridad vial no dejó de ser una prioridad para muchas ciudades. Durante las distintas fases del confinamiento, el tráfico rodado en los entornos urbanos se redujo, y muchas ciudades abrieron más carriles bici y vías peatonales para que la gente tuviera más oportunidades de desplazarse de manera segura y activa. En algunos casos, estas iniciativas se han convertido en cambios permanentes, lo que ha creado espacios seguros para una mejor salud y un futuro más sostenible.

En Accra (Ghana) se está mejorando la seguridad en varias de las intersecciones de múltiples carriles de la ciudad y de sus alrededores para reducir la velocidad y evitar heridos y víctimas mortales en la zona. Entre las medidas adoptadas cabe destacar la colocación de señales de limitación de la velocidad, la señalización con pintura en el suelo para marcar las direcciones y la colocación de bolardos fijos pintados en los pasos de peatones para disuadir a los motociclistas de entrar en ellos. Más de la mitad de las muertes por accidentes de tráfico afectan a usuarios vulnerables, como peatones, ciclistas y motociclistas.

En Ciudad de México se ha adoptado recientemente una nueva política para aumentar las sanciones a los motociclistas que no tengan carné o no lleven casco. El uso correcto del casco puede reducir en más de seis veces el riesgo de muerte en caso de accidente y en hasta un 74% el riesgo de lesiones cerebrales. Sin embargo, a menudo se subestima su importancia como tema de salud. A través de la Alianza para Ciudades Saludables, Ciudad de México comparte ahora sus experiencias con otras ciudades de la región que esperan impulsar políticas locales sobre el mismo tema.

El número de personas que viven en ciudades va en aumento, y para 2050 se prevé que casi dos tercios de la población mundial viva en un asentamiento urbano. Las ciudades tienen una gran carga de responsabilidad a la hora de establecer los entornos y las políticas adecuados para proteger la salud de sus habitantes.



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