Por qué los fármacos para la prevención del sida deberían estar tan a mano como la comida rápida
En Sudáfrica, el país con mayor número de infectados de VIH del mundo, el número de personas que utilizan la pastilla que previene el contagio se ha multiplicado por dos desde que el Gobierno la puso a disposición pública en 2020
Hace 20 años se podía hacer muy poco para evitar contagiarse del VIH aparte de no tener relaciones sexuales o utilizar preservativos cada vez que se tuvieran. Hoy en día, la situación es muy diferente gracias a que los investigadores han logrado grandes avances en las denominadas intervenciones biomédicas. En lenguaje corriente, se trata de medios como las pastillas, las inyecciones o los anillos vaginales que se pueden utilizar para reducir la probabilidad de que el VIH entre en el organismo si se tienen relaciones sexuales sin preservativo.
Los científicos llaman a esta clase de intervenciones profilaxis preexposición, o PrEP, porque se utilizan antes de un posible contacto con el patógeno y ayudan a evitar que se contagie (la profilaxis es un tratamiento preventivo). La PrEP para el VIH contiene medicamentos antirretrovirales (los mismos que los médicos utilizan para tratar a las personas portadoras del virus) que protegen a las células del sistema inmunitario de la infección.
Sudáfrica registra cada año 200.000 nuevos contagios por el VIH (unos 550 al día), y las pastillas, los anillos vaginales y las inyecciones pueden ayudar a reducir esta cifra de forma drástica.
En Sudáfrica solo se administra una pastilla (denominada también PrEP oral) que hay que tomar a diario para que haga efecto. La píldora tiene que haber entrado en el organismo de la persona al menos 30 días antes de que esta haya estado expuesta al VIH y, si se toma correctamente, puede reducir las probabilidades de contagiarse del virus entre un 92 y un 98%. Otra posibilidad es tomar dos pastillas antes de la relación sexual y una tercera un día después (en este caso, obviamente la persona tiene que saber cuándo va a tener el encuentro). No obstante, este método, llamado “PrEP a demanda”, se recomienda solo para hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, ya que los estudios demuestran que, cuando se utiliza esta modalidad, la pastilla no es tan eficaz para el sexo vaginal como para el anal.
También existe un anillo de silicona que las mujeres pueden insertarse en la vagina, llamado anillo vaginal con dapivirina. El dispositivo puede reducir en un 27% las probabilidades de contagiarse del VIH por vía sexual. Su uso fue aprobado por la Autoridad Reguladora de Productos Sanitarios de Sudáfrica (SAPHRA, por sus siglas en inglés) en marzo, pero el Departamento Nacional de Salud ha declarado que todavía está redactando las instrucciones de uso y negociando los precios con el fabricante, de manera que el anillo todavía no está disponible.
Más de 450.000 personas han recibido la pastilla preventiva en centros estatales de todo el país africano
La PrEP más eficaz según los estudios es una inyección anti VIH llamada cabotegravir que se administra cada dos meses. El pinchazo anula prácticamente las posibilidades de contagiarse del VIH a través de las relaciones sexuales. Una de las causas por las que los científicos piensan que una inyección de cabotegravir funciona mejor que una pastilla diaria es que es mucho más fácil seguir fielmente el tratamiento, ya que a algunas personas les cuesta acordarse de tomar una píldora cada día, y cuanto menor es la frecuencia con que se toma, peor funciona.
El cabotegravir salió al mercado recientemente, y SAPHRA todavía no lo ha aprobado para su uso, aunque ViiV Healthcare, fabricante del preparado, ha solicitado su autorización. Pero aunque se apruebe, es probable que sea inasequible considerando que, en Estados Unidos, se vende a 54.000 rands sudafricanos la dosis, unos 3.200 euros. No hay comparación con los 90 rands mensuales (5,35 euros) que, según el departamento de salud, cuesta proporcionar las pastillas preventivas contra el VIH a una persona (3,8 euros corresponden al coste del medicamento mismo y y el resto a los costes de administración, como los sueldos de las enfermeras, los análisis de sangre, etcétera).
La PrEP más eficaz según los estudios es una inyección anti VIH llamada cabotegravir que se administra cada dos meses.
Los expertos consideran que ViiV Healthcare tendría que vender el cabotegravir al departamento de salud por no más de 180 rands u 11 euros la inyección (es decir, más o menos por el mismo precio que las pastillas para un mes) para hacer viable su administración en el sistema público sanitario. Dado que, en Sudáfrica, ocho de cada 10 personas dependen de las clínicas y los hospitales del Estado, allí es donde la pastilla sería más necesaria,
Sudáfrica registra cada año 200.000 nuevos contagios por el VIH (unos 550 al día), y las pastillas, los anillos vaginales y las inyecciones pueden ayudar a reducir esta cifra de forma drástica.
En un acto reciente del medio digital sudafricano Bhekisisa celebrado a través de Twitter Spaces, Linda-Gail Bekker, directora del Centro Desmond Tutu para el VIH de la Universidad de Ciudad del Cabo, declaró: “Necesitamos una PrEP rápida, como la comida rápida. La PrEP debería estar a disposición en muchos puntos y por muchas vías. En este país, la profilaxis no es un lujo; la prevalencia del VIH la convierte en una prioridad de primer orden”.
¿En qué punto se encuentra Sudáfrica en lo que a distribución de las pastillas para la prevención del VIH en el sistema público se refiere? Pedimos al departamento de salud las cifras más recientes (nos proporcionaron los datos hasta finales de diciembre de 2021), elaboramos una serie de infografías e hicimos preguntas al organismo sobre algunas de las estadísticas. En este enlace puede consultar las cifras que nos facilitaron.
1. ¿Cuántas personas han recibido pastillas para la prevención del VIH en un centro público?
En total se ha administrado el medicamento a 450.606 usuarios del sistema público de salud de Sudáfrica. ¿Cómo se llegó a esta cifra?
El país empezó a hacer accesibles las pastillas en los centros de salud públicos a mediados de 2016, pero el medicamento se introdujo por fases, así que, al principio, solo determinados grupos de población podían recibirlo. En 2016 fueron exclusivamente las trabajadoras sexuales autorizadas por clínicas y hospitales públicos; solo 771 utilizaron la pastilla ese año. En 2017, los hombres que tuvieran relaciones sexuales con otros hombres y los estudiantes universitarios fueron añadidos a la lista de personas que podían recibir la medicación. Entonces el número de usuarios de la PrEP oral se multiplicó por cuatro. En 2018, cuando llegó el turno de las adolescentes y las mujeres jóvenes, 8.593 personas tomaron la pastilla, más del doble que en 2017. En 2019 fueron 45.576 las que empezaron a usarla (ese año se incluyó a los consumidores de drogas inyectadas y a las personas transexuales). En 2020, cualquiera que necesitara la profilaxis oral podía recibir las pastillas en un centro público siempre que un profesional de la sanidad se las recetara y el centro dispusiera de ellas. 106.402 personas la utilizaron. En 2021, esta cifra se multiplicó por más de dos, hasta llegar a las 286.068 personas.
El departamento de salud todavía no ha hecho públicas las cifras para 2022.
2. ¿Cuántas clínicas y hospitales públicos disponen de pastillas para la prevención del VIH?
2.700 de los 4.263 centros de salud públicos de Sudáfrica (63%) disponen de pastillas para la prevención del VIH (2.224 son centros de atención primaria, es decir, clínicas a las que la gente acude antes de buscar asistencia más especializada). Además, 12 clínicas universitarias y 47 clínicas de prisiones también las proporcionan.
¿Cómo ha aumentado este número a lo largo de los años?
En 2016, solo 13 hospitales y clínicas disponían de PrEP oral (eran proyectos piloto). En 2017, la cifra se multiplicó por más de dos, hasta los 27 centros. En 2018 fueron 73, y en 2019, 117. Cuando la pastilla se hizo accesible a todo el mundo en 2020, el número de centros se multiplicó por 12, hasta 1.412. En 2021 la cifra casi se duplicó, alcanzando los 2.700 centros.
3. ¿Qué provincias utilizan más las pastillas para prevenir el VIH?
KwaZulu-Natal es la provincia con más personas que toman la PrEP oral, con 158.193 usuarios (recordemos que esta cifra incluye solo a aquellos que reciben el medicamento en hospitales y clínicas públicos), y Gauteng es la segunda, con 115.058. Sin embargo, esta última tiene una población mayor (15.176.115 habitantes) que la primera (11.289.086 habitantes), así que cuando se considera el porcentaje de población alcanzado, en KwalaZulu-Natal (1,4%) es casi el doble que en Gauteng (0,8%).
No obstante, la distribución guarda relación con el porcentaje de personas infectadas por VIH en cada provincia: 18,2% en KwaZulu-Natal y 13% en Gauteng.
La cobertura en las demás provincias es como sigue:
- Mpumalanga: 62.001 (1,4%)
- Cabo Oriental: 50.103 (0,8%)
- Estado Libre: 21.531 (0,8%)
- Cabo Occidental: 21.487 (0,3%)
- Limpopo: 12.990 (0,2%)
- Noroeste: 9.872 (0,3%)
- Cabo del Norte: 371 (0,03%)
¿Por qué la cobertura en Cabo del Norte (0,03%) es mucho menor que otras provincias? Según el departamento nacional de salud, “el avance de la PrEP fue más lento que en otras provincias” porque Cabo del Norte no ha recibido dinero de donantes para “acelerar la distribución de la profilaxis”, mientras que otras sí.
4. ¿Qué porcentaje de centros de atención primaria públicos disponen de PrEP oral por provincias?
El departamento de salud declara que tiene 3.465 centros de atención primaria, 2.224 de los cuales (64%) cuentan con pastillas de profilaxis oral.
KwalaZulu-Natal es la provincia con las mejores cifras: el 97% de los centros de atención primaria disponen del medicamento. Le siguen:
- Mpumalanga: 96%
- Gauteng: 94%
- Estado Libre: 94%
- Cabo Oriental: 66%
- Noroeste: 45%
- Limpopo: 18%
- Cabo del Norte: 14%
- Cabo Occidental: 8%
5. ¿Qué grupos de edad son los que más utilizan la PrEP (proporcionada por un centro público)?
Las personas de entre 20 y 24 años (90.642) son las que más han accedido a las pastillas de prevención contra el VIH a través de clínicas y hospitales públicos, seguidas por el grupo de entre 15 y 19 años (70.995). Esto significa que un 1,5% de la población total de este segundo grupo (4.793.213 personas según las estadísticas del sistema de información sanitaria de distrito que utiliza el departamento nacional de salud) utiliza la profilaxis oral que proporcionan los centros públicos. En el primer grupo, la proporción es de un 1,9% (sobre un total de 4.824.133 personas de entre 20 y 24 años).
A medida que aumenta la edad, desciende el uso de las pastillas, algo que concuerda con los comportamientos sexuales: los jóvenes suelen asumir más riesgos que las personas mayores. Las pastillas para la prevención del contagio del VIH no están pensadas para utilizarlas de forma permanente, sino más bien en periodos de la vida en los que la personas es más probable que tengan relaciones sexuales sin preservativo con parejas de riesgo, lo cual, a su vez, aumenta las probabilidades de contagiarse del virus.
En todos los grupos de edad, excepto en el de las personas de 50 años o más, hay más mujeres que hombres que utilizan las pastillas. La diferencia es especialmente marcada en los grupos de edad más jóvenes (entre 15 y 34 años).
Las cifras de infección por VIH en Sudáfrica muestran que las adolescentes y las jóvenes de entre 15 y 24 años se contagian a un ritmo mucho más rápido que sus coetáneos varones, y también que los hombres y las mujeres más mayores. Según el departamento nacional de salud, “la creación de demanda y la movilización social para llegar a este grupo de edad con intervenciones preventivas contra el VIH han aumentado”. Por eso el uso de las pastillas por parte de las mujeres de entre 15 y 25 años es mucho más alto.
6. ¿Cómo se distribuye la utilización de las pastillas por sexo en las diferentes provincias?
En todas las provincias, el uso de pastillas es significativamente más alto entre las mujeres que entre los hombres, excepto en Cabo Occidental. El departamento de salud afirma que la causa de que el panorama sea diferente en esta última podría ser una cuestión de preferencia. Thato Mtshaba, director de prevención contra el VIH afirma que “no se debe a que, en Cabo Occidental, la profilaxis se ofrezca con más regularidad a los hombres que a las mujeres. Podría ser sencillamente porque hay más hombres que la prefieren, pero tenemos que analizar los datos más en detalle para saberlo con seguridad”.
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter, Facebook e Instagram, y suscribirte aquí a nuestra ‘newsletter’.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.