Convertir el barro africano en moda imperecedera
Un grupo de artesanos de Malí se unen tras las siglas AAAA para crear piezas textiles de decoración del hogar con técnicas ancestrales de tejido, tratamiento de la lana y tintado natural. Ya han vendido más de 5.000 artículos con el apoyo de la UE y la Iniciativa de Moda Ética de la ONU
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En Malí, los artesanos del textil fabricaban prendas de vestir de lana teñida con barro fermentado del río Níger. Con el ungüento dibujaban a mano símbolos con un significado protector para evitar sustos en las jornadas de caza. La técnica ancestral de tintado con barro se llama bogolan y hoy se usa además para la fabricación de piezas de decoración del hogar contemporáneas que, con apoyo de la Unión Europea y la Iniciativa de Moda Ética, ha incrementado el nivel de vida de los creadores locales que habían perdido prácticamente todos sus ingresos debido a la desaparición casi total del turismo debido a la inseguridad del país para los visitantes. Pero si los viajeros no pueden ir a tierras malienses, su tierra ahora puede llegar hasta ellos en forma de tapices murales.
“Cuando los viajes turísticos se paralizaron en Mali debido a la inseguridad, nuestras comunidades de artesanos, ya marginadas, perdieron todos los ingresos”, describen los creadores en la página web de su iniciativa. Con los fondos europeos, programas de formación de Iniciativa de Moda Ética y la asesoría de Atelier Sukha, nació la marca cooperativa AAAA, las siglas de atelier (taller) de autodidactas anti-algoritmos. Desde su lanzamiento a principios de 2019 ya han vendido más de 5.000 piezas, varias decenas de ellas en el mercado de artesanía XTANT que se celebra en el museo de arte contemporáneo Esbaluard de Palma de Mallorca estos días de finales de junio, donde la marca maliense es uno de los centros de atención.
Cada uno de esos tapices está hecho a mano, de forma natural por uno de los 150 artistas textiles de la cooperativa. “Cada pieza es única”, subraya Samantha IJsbrandy, que atiende el puesto de venta de AAAA en XTANT. “El algodón es orgánico de plantaciones locales, la tela se trata con hierbas medicinales autóctonas, se pinta con lodo de río Níger manualmente y se seca al sol”, especifica.
Una de las claves del éxito comercial de estos productos, pese a la pandemia, es la sencillez universal de su diseño ―un tapiz del ancho de una bufanda con un cilindro de madera a cada extremo para poder colgarlo―, que a la par está cargado de significado. “Lo cocreamos con ellos. Viendo el idioma de símbolos que tienen, escogimos ocho conceptos (nacimiento, longevidad, flexibilidad, intención, proceso, propósito, comunidad, estabilidad) y diseñamos una pieza más contemporánea y accesible para el mercado internacional”, detalla IJsbrandy, que interrumpe y retoma la conversación para atender a los clientes interesados.
La artesanía natural está cada vez más de moda. “Ha aumentado la demanda de los consumidores de procesos de fabricación ambientalmente responsables y bienes de comercio justo producidos en condiciones de trabajo socialmente equitativas. La tendencia de los productos artesanales hechos a mano, hechos con amor y respaldados por historias humanas, significa que la moda lenta está reemplazando a la rápida”, analizan desde Iniciativa de Moda Ética, auspiciada por el International Trade Center (ITC) de la ONU.
La de AAAA es también una historia de éxito social. El precio asequible para este tipo de productos artesanales únicos (de 79 a 98 euros dependiendo del tamaño) es ganancia íntegra para los creadores malienses, gracias al apoyo financiero de la UE, que contribuye a sostener la comercialización y exportación a través de Atelier Sukha, para el que trabaja IJsbrandy, que tiene una tienda en Ámsterdam, que a su vez provee a otros establecimientos y vende a través de internet a todo el mundo. Así, según los datos del ITC, los ingresos de los maestros de bogolán de la cooperativa aumentaron un 100% y los salarios de los productores de algodón y textiles en la cadena de valor se incrementaron en un 50%. El logro cobra mayor significado cuando se observan los datos del Banco Mundial sobre Malí, donde la tasa de pobreza extrema estaba en un 42,3% en 2019 y que las crisis de salud, seguridad, social y política de 2020 hicieron subir un 5% la pobreza.
La de AAAA es una historia de éxito comercial y social: el precio asequible de los tapices artesanales únicos, de 79 a 98 euros dependiendo del tamaño, es ganancia íntegra para los creadores malienses
“La Iniciativa de Moda Ética trabaja eliminando intermediarios para llegar a personas influyentes y diseñadores de moda internacionales interesados en encontrar productos que tengan un impacto social y ambiental positivo. Al mismo tiempo, ejecuta un programa nacional de tutoría para que los jóvenes artesanos se conecten con los experimentados y transmitan la rica herencia textil de Malí a las nuevas generaciones”, explican en su página de internet. “Cada euro invertido por el ITC para apoyar a estas micro, pequeñas y medianas empresas generó más de ocho en valor de exportación”, agregan.
“Es un proyecto precioso. Ya hay tapices de AAAA en tiendas de todo el mundo, galerías, en hoteles de Tanzania, que decoraron sus habitaciones con ellos”, relata IJsbrandy con orgullo. Quienes adquieren estas creaciones no solo compran un objeto bello, sino “una herencia, una historia; las piezas hablan su idioma”, recalca. “Y si trabajamos con 150 personas, quiere decir que al menos 150 familias se están beneficiando”.
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