Juntos somos más fuertes

Se han cumplido 40 años del cierre de la siderurgia de Sagunto, un acontecimiento que marcó una época. Para muchos, aquel tiempo de lucha, que abarcó meses de movilizaciones, sigue vivo en la memoria: la unidad, las manifestaciones y el sentimiento de comunidad que surgió para defender lo que era mucho más que un empleo. Hoy me surgen preguntas inevitables: ¿Qué pasaría si viviéramos algo parecido? ¿Seríamos capaces de unirnos como entonces? ¿Responderíamos con la misma fuerza? ¿Podría la precariedad laboral actual, la inestabilidad y la falta de confianza en el poder de lo colectivo dificultar que lográramos una movilización tan unida? ¿Hemos perdido la capacidad de creer que la unión puede cambiar las cosas? Es fundamental recordar que la verdadera fuerza radica en la solidaridad y la organización. La lucha por nuestros derechos no debe caer en el olvido. El pasado nos enseña que juntos somos más fuertes.

Providencia Morillas Jurado. Sagunto (Valencia)

Hablemos de esto otro

Si tratamos la violencia contra las mujeres, la derecha pone el foco en la que sufren los hombres. Cuando abordamos el conflicto palestino-israelí criticando la situación en Gaza, acusan de antisemitismo. Si queremos resarcir mediante la memoria histórica a las víctimas del franquismo, aluden a las de ETA. Toda vez que la izquierda señala una injusticia, sacan su agenda de agravios paralelos para enmendar la plana en una actitud contestataria y maniquea que pretende trasladar la idea capciosa de que, quien reprueba el marco que plantean, niega estos problemas mientras ellos permanecen de brazos cruzados respecto de resolver los primeros. Les resulta más capitalizable demoscópicamente sustituirlos en el debate público que enfrentarlos, pero no todo debería valer por mero rédito electoral.

Daniel Barroso Domínguez. Madrid

Los jóvenes, la política y el nuevo mundo

¿Hay algo que se está pasando por alto o se le está dando demasiada importancia al auge de la derecha entre los jóvenes? Siempre se ha dicho que los jóvenes no tenemos criterio, que simplemente nos movemos en masa siguiendo a todos los que nos rodean y dirigen. El nuevo líder del grupo son las redes sociales. Prácticamente todos los partidos españoles tienen perfiles allí y es algo que en principio no vería como algo negativo. El problema llega cuando los vídeos que publican rozan la estupidez y me generan todavía más ganas de reírme del panorama político español. Que nuestro futuro como país dependa de partidos que usan memes para burlarse de sus oponentes demuestra el pésimo nivel que tienen sus líderes y su forma de intentar dirigir el país. Esto me lleva a preguntarme si no deberíamos señalar a estos políticos, que son nuestro presente, antes que a los jóvenes que se mueven en esta situación surrealista.

Pía Martinell Anguera. Barcelona