_
_
_
_
tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pedro Sánchez y los progresistas europeos

Solidarizarse con el presidente del Gobierno ante lo intolerable es reafirmar el valor de la democracia.

Pedro Sánchez, durante un acto de campaña de las elecciones autonómicas en el País Vasco.
Pedro Sánchez, durante un acto de campaña de las elecciones autonómicas en el País Vasco.Vincent West (REUTERS)
Sami Naïr

Los ataques contra el honor y la familia del presidente Sánchez, los insultos, las fake-news, las calumnias, la utilización de las redes sociales para aniquilar su vida privada por incapacidad de vencer al adversario en la democracia, son la cara podrida de la época que vivimos bajo la tempestad de la extrema derecha. Es particularmente grave que un dirigente tan avezado llegue al punto de barajar abandonar la vida política por acoso, precisamente por el vínculo democrático: el peligro pesa ahora sobre cada uno. Ese hostigamiento es una forma nueva de demostración de la retórica del odio.

Desde una mirada progresista europea, la figura de Pedro Sánchez es realmente singular. He aquí un joven mandatario que, frente a enemigos sin cuartel, ha ampliado la gobernabilidad española a sectores que se encontraban alejados del pluralismo parlamentario por ser considerados extremistas cuando, en realidad, representan capas sociales dañadas por la crisis económica, carentes de formaciones políticas para representarlas; asimismo, ha apostado por el diálogo entre todas las comunidades y el Estado, es decir, por un país reunido y no dividido. Es una política que se percibe con claridad desde fuera y se pone en valor. No se trata aquí de registrar un catálogo de los logros internos conseguidos, desde 2019, en condiciones muy difíciles: basta con recordar que España ha sido ejemplar en su gestión de la Covid, y que, tras el retorno del crecimiento, hoy es el país económicamente más dinámico de Europa, manteniendo en la plantilla vital los derechos sociales reconocidos estos últimos años.

La aportación del impulso español se ha manifestado también, y de manera muy acusada, a escala europea e internacional. Ha marcado decisivamente el escenario europeo de defensa de un modelo de desarrollo social-ecológico, feminista y centrado en la diversidad. El ejemplo español está siendo observado y secundado por activistas ilustrados en toda Europa (políticos, intelectuales, movimientos asociativos, etc.)

Por otra parte, con la tragedia israelí-palestina, Pedro Sánchez ha levantado la bandera de la justicia y del derecho internacional, condenando firmemente tanto los atentados terroristas contra los ciudadanos israelíes por el Hamás como la destrucción potencialmente genocida de Gaza y de los civiles palestinos por el gobierno extremista de Netanyahu. Y, añadiendo los hechos a las palabras, ha pedido el alto el fuego y liderado la petición para la creación de un Estado palestino al lado de Israel. No hay otro jefe de Estado en Europa que lo haya hecho con tanta dignidad y valentía. Ha permitido a España ser una potencia respetada y fuerte. Para muchos europeos progresistas, el símbolo que encarna trasciende su propia personalidad: una forma de hacer política y de defender valores solidarios y humanistas en un momento histórico caracterizado por el retorno de la extrema derecha, del odio y del peligro de la guerra en Europa. Es el último gran dirigente progresista europeo en el poder; solidarizarse con él frente a lo intolerable es reafirmar el valor de la democracia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Sami Naïr
Es politólogo, especialista en geopolítica y migraciones. Autor de varios libros en castellano: La inmigración explicada a mi hija (2000), El imperio frente a la diversidad (2005), Y vendrán. Las migraciones en tiempos hostiles (2006), Europa mestiza (2012), Refugiados (2016) y Acompañando a Simone de Beauvoir: Mujeres, hombres, igualdad (2019).
Rellena tu nombre y apellido para comentarcompletar datos

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_