Tamara Falcó, Núñez Feijóo y Sánchez
Los lectores escriben sobre la importancia de los medios para garantizar la democracia, los ataques a las personas LGTBI, el lema enarbolado por la derecha citando a ‘Txapote’ y la propuesta del líder del PP de que gobierne la lista más votada
Como amante del drama general, y del político y de la farándula en particular, he tenido dos disgustos grandísimos en los últimos días: ni he podido comprar ¡Hola! para conocer todos los detalles de la boda de Tamara Falcó ni he podido ver el debate entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición. La razón de esta sequía informativa no es otra que ser una española que vive en Irlanda. La revista llora porque han sufrido “el mayor pirateo de la historia de la prensa” y yo lloraba porque no pude acceder en directo al debate desde ninguna plataforma. La señal solo estaba disponible en España, pero podía suscribirme por casi seis euros y verlo. Entonces, mi espíritu comenzó a volar entre las dimensiones del tiempo y del espacio hasta llegar al aula de mi Facultad de Periodismo, escuchaba cómo mi profesor hablaba sobre el interés público, y cómo el periodismo tenía el deber de ofrecer la información para garantizar la opinión pública formada y, en definitiva, la democracia.
Sofía Garamendi. Dublín (Irlanda)
¿Volver al armario?
Me ha llamado mi madre preocupada. Llevo un reloj inteligente con la correa de la bandera arcoíris. Tras leer la noticia de los asaltos a la marcha por los derechos LGTBIQ+ en Tiflis (Georgia), donde iré este verano de vacaciones, y por las noticias de los pactos PP-Vox, me ha pedido que me quite la pulsera allí y en Madrid. Que no la enseñe. Que tenga cuidado. Que mire por la calle al volver a casa. Que no vaya a manifestaciones. Me ha pedido que vuelva al armario porque tiene miedo. Miedo de las consecuencias del auge de la ultraderecha en España y Europa. Miedo de que me den una paliza. Miedo de que me maten, como a Samuel. Votad el 23-J, hacedlo para que mi madre deje de tener miedo.
Asier Bombín Martín. Madrid
Que te vote Txapote
Ese maldito eslogan que nació en la ultraderecha y que tanto gusta en la derecha española, “¡Que te vote Txapote!”, fue usado con castiza gracia por Isabel Ayuso en la campaña electoral de mayo cuando dijo: “Ya no le vota ni Txapote!”. El remate vino con un cartel que portaba una persona en la sede del PP en la noche electoral: “Ayuso, te ha votado hasta Txapote”. Ya lo dijo bien claro Hannah Arendt, es la banalidad del mal. Es la ignominia de hacer circular una gracieta fascista con el fin de convertir el nombre de un asesino en un arma electoral arrojadiza contra el PSOE, de convertir la infamia del terrorismo en una camiseta pop banal.
Jesús Bermejo Bermejo. Madrid
Votos inválidos
Con su propuesta al presidente del Gobierno de que gobierne la lista más votada, Alberto Núñez Feijóo falta al respeto al menos al 40% de los votantes puesto que, de haber sido aceptada y teniendo en cuenta que, según las encuestas, PSOE y PP tendrían el 60% de los votos, ya sabrían antes de votar que su partido no podría gobernar de ninguna de las maneras.
José Sánchez Fernández. Salamanca
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