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Columna
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Fantasmas

Un amigo tuvo covid y perdió el olfato por un tiempo. Me dijo que había sido también la pérdida del entusiasmo y de la memoria

Un niño salta con sus botas de agua en un charco.
Un niño salta con sus botas de agua en un charco.UNSPLASH
Leila Guerriero

Un amigo tuvo covid y perdió el olfato por un tiempo. Me dijo que había sido también la pérdida del entusiasmo (el olfato como el órgano propulsor de su alegría) y de la memoria: “Yo recordaba con el olor”. Hace un mes estuve en una ciudad de la costa atlántica. Acababa de llover. Paseaba en auto con las ventanillas bajas y pensé: “Hay olor a tierra recién mojada”. Reparé en la palabra “recién” —era un olor de estreno, partículas de humedad y polvo todavía en suspensión— y me di cuenta de que puedo identificar una gran cantidad de matices en el olor que deja la lluvia: olor a barro después de una lluvia excesiva, olor a pasto mojado después de una lluvia de verano, olor a pasto mojado después de una lluvia de invierno, olor a tierra mojada por una lluvia matinal, olor a tierra mojada por una lluvia nocturna. Hice una lista y era interminable: olor a lluvia sobre un campo de maíz, olor a lluvia de invierno un lunes por la mañana cuando tu padre te da permiso para faltar al colegio, olor a lluvia de otoño mientras estás en el conservatorio municipal donde estudiás teoría y solfeo (un olor que sube por las escaleras de mármol frías, un olor triste, como si fuera la casa de una persona sola que se pinta mal las uñas y vive rodeada de jarrones repletos de arena con flores de plástico clavadas como uñas en el fondo espeso), olor a lluvia de invierno cayendo sobre el jardín de tu casa mientras tu madre estaba viva, olor a lluvia de verano cayendo sobre el jardín de tu casa cuando tu madre estaba muerta, olor a lluvia de primavera cayendo sobre la galería de la casa de tu abuela mezclándose con el olor a telarañas calientes y ladrillos viejos. Descubrí un saber que no sirve para nada. Sin embargo, hay unos versos de Enrique Lihn: “En cada cosa hay un fantasma oculto/ Nuestro trabajo, ¿no es un exorcismo,/ una respuesta al desafío oscuro?”. Eso, eso.

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Sobre la firma

Leila Guerriero
Periodista argentina, su trabajo se publica en diversos medios de América Latina y Europa. Es autora de los libros: 'Los suicidas del fin del mundo', 'Frutos extraños', 'Una historia sencilla', 'Opus Gelber', 'Teoría de la gravedad' y 'La otra guerra', entre otros. Colabora en la Cadena SER. En EL PAÍS escribe columnas, crónicas y perfiles.

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