No te lo perdonaré jamás, Granada

Hay ciudades que pretenden luchar con Vigo por las luces de Navidad. Y tiene su mérito, más aún con el precio de la luz en estos tiempos. Resulta que Granada se ha hecho viral estos días por la instalación del alumbrado de final de año en una de sus plazas más emblemáticas; en la plaza del Carmen, vaya. Aquí, en el mismísimo Ayuntamiento, se han colocado una treintena de luces que llevan colgadas dos cruces invertidas ―una más pequeña que la otra― de colores rosados. Sobre la más grande, además, una especie de guirnalda del mismo color zigzaguea a la cruz mayor. Hasta aquí las luces; ahora, el villancirco de Twitter y de la noticia, que tiene tela.

Un grupo de granadinos ultracatólicos se manifestaron este sábado contra las bombillas. Ni que decir tiene que en Granada hay tiempo para todo. Donde la mayoría de ciudadanos observa unas luces rosadas, ellos están viendo estos días a Satanás. Poca broma. Belcebú tomando el bastón de mando del Ayuntamiento es un peligro para cualquier Administración. Sin ejercer de abogado del diablo, si Satanás fuera listo, lo suyo hubiera sido tirar por lo alto y aparecerse en las luces de la Alhambra, pero allá cada uno. Tiempo al tiempo.

Los manifestantes, alrededor de 50 según las crónicas locales, exigieron allí mismo la dimisión del alcalde, el socialista Francisco Cuenca. La mayoría portaba pancartas con letras mayúsculas de “políticos corruptos y satánicos no nos representáis”. Una señora, que fue portada de la noticia en el Ideal de Granada, llevó hasta un crucifijo. No fue la única. Si hay que ir contra Satanás, se va con todo. Los participantes de la protesta, por cierto, también atizaron de lo lindo al arzobispo. Es más, lo consideraron un “traidor por haber consentido esta aberración”. La crónica del periódico recoge incluso un momento de tensión. Cuando el alcalde pasaba por allí, los antisatanás le gritaron “cobarde, cobarde”. El jefe de la policía, que custodiaba al político, se acercó entonces a la muchedumbre antisatánica pidiendo un poco de calma. La noticia añadía también que el agente les deseó “un buen día”. El orden a veces se impone con un simple saludo, que se lo digan a Jota de Los Planetas. Los manifestantes, eso sí, terminaron la protesta con un padrenuestro.

La noticia empezó a compartirse por cientos y cientos de grupos de WhatsApp. A esta manifestación también acudieron los concejales de Vox, que cuentan con tres representantes, 10.203 votos en las elecciones municipales de 2019 y han visto aquí un problema de primer orden. Satanás ocupando las calles. ¡Habrase visto! La diputada nacional Macarena Olona, que no es de Granada sino de Alicante y que representa a la ciudad andaluza en el Congreso, colgó un vídeo también en sus redes de casi dos minutos. En él, un supuesto granadino, enfoca la plaza y las luces satánicas y dice: “Buenas noches. ¿Se dan cuenta de algo extraño en el alumbrado?”. Tras un silencio y un paneo de 40 segundos de una calidad terrorífica, aunque muy propia para su denuncia, continúa: “Como pueden darse cuenta, las luces están invertidas, algo satánico y tiene el símbolo de la serpiente, algo aberrante y nada apropiado para cualquier cristiano. La gente que está aquí parece disfrutar de las fechas, pero no entran en el detalle. Es aberrante y un insulto a la inteligencia”.

La diputada de Vox escribió: “Pensaba disfrutar con mi pequeño, pero no voy a llevarle porque pasaría miedo. Se ha decidido llenar las calles de cruces invertidas”. El vídeo alcanza ya las 300.000 reproducciones y muy buenos comentarios: “Por fin un partido que se preocupa de lo importante”. “Tanto mirar cara al sol... que no miran ni a las estrellas”. Otros explicaban que, para ser tan cristianos, no conocían ni la cruz invertida de San Pedro. Algunos, muchos, enseñaron fotos de sus ciudades, donde Satanás también estaba presente con luces similares. El diablo, en definitiva, está en todas partes. No te lo perdonaremos jamás, Granada.