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ANATOMÍA DE TWITTER
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

‘Keep calm’ y mucho ‘sentidiño’

El sentido común de los tuiteros desmiente antes que los medios el bulo de Manel Monteagudo, el gallego resucitado tras 35 años en coma

Manel Monteagudo coma
Manel Monteagudo, esta semana en su casa.Salvador Sas (EFE)
Natalia Junquera

Twitter se lo ha pasado en grande con una historia que, observada con detenimiento, es triste. Durante los últimos días ha sido trending topic, es decir, uno de los asuntos más comentados en la red social, el nombre de un gallego prácticamente desconocido hasta ahora: Manel Monteagudo, que en realidad se llama José Manuel Blanco. Como si los periodistas no tuvieran suficiente con las noticias que sí lo son, destinaron tiempo y recursos a una que nunca pudo serlo. Monteagudo apareció en varios medios —no este— contando una de las historias que más nos gustan: la de superación. Siendo un veinteañero, había sufrido un grave accidente y se había despertado del coma 35 años después, con 58, incapaz —cómo no— de reconocerse en el espejo.

El hombre dejó varias pistas —gordas— sobre la falsedad de su relato, por ejemplo, que durante el coma había contraído matrimonio y había tenido dos hijas, pero durante 24 horas enteras, televisiones, radios y diarios decidieron ignorarlas, no así la comunidad tuitera que, con sus buenos reflejos, empezó a hacerse las preguntas que tantos profesionales no se habían hecho, las del sentido común: ¿puede un hombre despertar 35 años después y ponerse a escribir libros? ¿Participar en una relación sexual en coma? ¿Decir sí, quiero?

También hubo quien arrimó el ascua a su sardina. Dijo en Twitter Jusapol [asociación de policías y guardias civiles] Euskadi: “Como Manel, hay miles y miles de compañeros sin despertar, aletargados esperando que otros luchen por ellos. Luego están los que creen que nunca llegará el retiro, compañeros que viven sin mirar al futuro ni ver el pasado. No te quejes si no haces nada. Equiparación [salarial] ya”.

Cuando ya la mentira era evidente, hubo distintas reacciones. En Twitter tiraron por el humor: @superfalete: “Despiértame del coma a las nueve menos cuarto, que juega la selección”; @elmundotoday: “Las luces de Navidad de Vigo despiertan a un hombre que llevaba 35 años en coma”; @AlvaroLario: “Hasta un señor en coma follaba más que yo”. Los medios que habían difundido el bulo se lanzaron a hacer piezas sobre “las dudas” del relato de Manel con entrecomillados que habrían derretido al genial José Luis Cuerda: “Estaba en coma, pero salía esporádicamente de casa”.

Este viernes, Manel Monteagudo aseguró ante las cámaras de TVE que había tenido un accidente que le había dejado graves secuelas, pero admitió que nunca estuvo en coma. “La cosa se ha salido de madre. Asumo toda la culpabilidad”, se disculpó. No lo hicieron muchos de los medios que difundieron su increíble historia. Es más, algunos de ellos iniciaron algo parecido a un linchamiento poniendo a caldo a Manel por haberles engañado, cuando lo correcto habría sido decir que se dejaron engañar. El bulo del Good Bye, Lenin gallego por no ser no era ni nuevo, porque ya había salido publicado en medios de esa comunidad.

En Twitter seguía la fiesta: @diostuitero: “Ahora que Manel ha reconocido que no estuvo en coma 35 años quiero aprovechar para confesar que yo tampoco estuve muerto y resucité. 2.000 años de broma ya están bien”. Y en casa de Manel no paraba de sonar el teléfono: periodistas que no habían preguntado lo que debían el día anterior llamaban para exigir explicaciones por las incongruentes respuestas.

Algunos de los tuits son verdaderamente ingeniosos, pero una vez reídos conviene reflexionar sobre la precipitación. Recientemente, se difundió la noticia de una brutal agresión homófoba. Las lesiones difícilmente podían ser autoinfligidas ―le habían grabado a cuchillo la palabra “maricón” en un glúteo―. El Gobierno convocó de forma urgente la comisión contra delitos de odio. Pero la denuncia resultó ser falsa. Este periódico, que en esa si cayó, se disculpó por ello.

Keep calm y mucho sentidiño.


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Sobre la firma

Natalia Junquera
Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros 'Valientes' y 'Vidas Robadas', y la novela 'Recuérdame por qué te quiero'. También es coautora del libro 'Chapapote' sobre el hundimiento del Prestige.

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