Entender los botellones
Los lectores escriben sobre las concentraciones de jóvenes para beber, el otoño, el sistema de elección de plazas en FP y la dificultad para poner una denuncia
No entendemos bien este fenómeno que con absoluta regularidad se repite en múltiples localidades. Los ves a todos —y claro que sin tomar precauciones— reunidos, quizás muchos con una botella en la mano y sin que haya nada especial que visto desde fuera merezca llamarles la atención. Más parece una aglomeración que una fiesta con potente atractivo, a la que incluso se han desplazado jóvenes de países cercanos. Hasta que llega la Policía y empiezan a correr. Tal vez el atractivo esté en el subidón de enfrentarla y arrojarles objetos. En los ya algo lejanos disturbios catalanes parece que quedó claro que había un turismo de disturbio, que hay quien va donde es presumible que los vaya a haber. Es necesario entender qué mueve de verdad a los organizadores y asistentes más activos. Será la única manera de abordar el problema con posibilidades de éxito.
Eliseo Pascual Gómez. Alicante
Estrés arbóreo
Días atrás, en diversos puntos de nuestra geografía percibimos con asombro una caída de hojas masiva, un otoño adelantado en lo simbólico. En general, y aunque probablemente fuera una suma de factores, seguramente se nos mostrara un síntoma más del desolador cambio climático. Las olas de calor y la escasez de lluvias, generan una intensa sequedad ambiental que hacen que las hojas de los árboles requieran más evaporación; pero cuando la lluvia escasea, las raíces no pueden satisfacer esta demanda de agua y las hojas se preservan cerrando sus estomas para evitar pérdidas de humedad. Al cerrarlos, el árbol no puede absorber el CO₂ que necesita para realizar la fotosíntesis y comienza a gastar sus reservas de carbono para no morir. Ante el dilema de morir de sed o de hambre, muchos árboles, para no perder tanta agua, se protegen desprendiéndose de parte de sus hojas para poder seguir nutriéndose. En estos tiempos, son demasiadas las señales que la naturaleza nos envía. Escuchémosla.
Miguel Fernández-Palacios Gordon. Madrid
Odisea para conseguir plaza en FP
Muchos habrán leído atónitos que numerosos estudiantes y sus familias han pernoctado del 1 al 2 de septiembre frente a los institutos, como si en vez de optar a una plaza de FP pretendiesen adquirir la entrada de un concierto. Quien desconozca el endiablado sistema de admisión de nuestra Formación Profesional se preguntará cómo es esto posible. Es evidente que la oferta formativa está mal diseñada, pero, sobre todo, que en este país no se respeta la FP. ¿O alguien imagina que las plazas de Medicina o Económicas podrían adjudicarse al aspirante que haya pasado más horas a la intemperie?
María Dolores Martín Martín. El Astillero (Cantabria)
Tediosa espera para denunciar
Hoy he acudido a una comisaría de Policía Nacional en Madrid a reportar un robo sufrido en mi empresa. Mientras aguardaba (largo rato) he intentado estimar el porcentaje de personas que —debido a las tediosas esperas— desisten de hacer la denuncia o se cansan mientras esperan y abandonan antes de denunciar. He concluido que ese porcentaje ha de ser elevadísimo y a su vez distorsionará, probablemente, las estadísticas sobre delincuencia en España.
Javier Lumbreras. Las Rozas de Madrid
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