_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Pegasus: semillas totalitarias

Nuevamente, una empresa privada exhibe un poder que escapa a todo control y permite a Israel, el Estado que la protege, utilizarla como arma diplomática

Lluís Bassets
Pegasus Israel
Una mujer investiga la web de Pegasus desde una oficina de Nicosia, en Chipre.MARIO GOLDMAN (AFP)
Más información
Una filtración revela el espionaje de Gobiernos a periodistas y opositores con el programa Pegasus

La guerra global contra el terrorismo ha dado mucho de sí. Lo saben los disidentes y lo que queda de las minorías perseguidas en países como Rusia, China o Arabia Saudí tras la declaración de guerra entre los imperios del bien y del mal, cuando los amigos y aliados más o menos circunstanciales de Washington pudieron incluir en el eje del terror a quienes les convenía.

Lo saben también quienes están en el próspero negocio de la venta de armas y de la seguridad, como es el caso de NSO Group, la empresa israelí que ha creado Pegasus, el sofisticado software de espionaje telefónico, ahora denunciado por un consorcio liderado por Amnistía Internacional y Forbidden Stories. Gracias a su tecnología, han quedado al alcance de los espías al menos catorce mandatarios de máximo nivel: tres presidentes (Macron entre ellos), diez primeros ministros e incluso un rey, el de Marruecos, sometido a la escucha por sus propios colaboradores. Según NSO Group, sus actividades “ayudan a las agencias de los Gobiernos a la prevención y la investigación del terrorismo y el crimen organizado para salvar millares de vidas en todo el planeta”.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Las revelaciones han conmocionado a la diplomacia internacional. Nuevamente, una empresa privada exhibe un poder que escapa a todo control y para postre permite a Israel, el Estado que la protege, utilizarla como arma diplomática. El diario israelí Haaretz ha levantado el mapa de los países privilegiados por Pegasus y resulta que corresponde exactamente a los viajes de Netanyahu. Entre los árabes destacan Marruecos, Emiratos, Bahréin y Arabia Saudí, los implicados en los famosos Pactos Abraham, patrocinados por Trump en los últimos meses de su presidencia. En Europa destaca Hungría, México en América, Azerbaiyán en Asia central e India en Asia meridional.

El eurodiputado liberal y exprimer ministro belga Guy Verhofstadt, preocupado por la Hungría iliberal y autoritaria, no tiene dudas sobre el asunto: “Hay una dictadura que está creciendo en el seno de la Unión Europea y necesitamos una investigación completa por parte del Parlamento”. Siendo grave el caso húngaro, más grave es allí donde el despotismo es consustancial, como sucede en Arabia Saudí, donde las escuchas con tecnología israelí se relacionan con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi por orden del príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

El escándalo obligará a muchas explicaciones. Se las debe Hungría a la Unión Europea. También Marruecos a Francia. Pero el Gobierno con mayores responsabilidades es el de Israel. Es una pesada ironía de la historia que sean sus empresas de seguridad, generadas por su próspero complejo de espionaje militar y protegidas por sus Gobiernos, las que vayan sembrando por el mundo las semillas con las que los totalitarios quieren destruir las democracias.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_