Con la libertad de expresión
Los lectores escriben sobre el señalamiento de Vox al editor de RBA, la polémica sobre el consumo de carne, el proceso de vacunación contra la covid-19 y los petardos
Señalar a periodistas y a medios de comunicación, en este caso contra el editor de la revista El Jueves, como ha hecho Vox a través de un tuit, no solo es un atentado a la libertad de expresión y opinión. Es también una forma de coacción intolerable en cualquier democracia que se precie. La libertad de expresión es un derecho consagrado en nuestra Constitución. Las viñetas y el humor de El Jueves nos podrá parecer zafio, de mal gusto, grosero, obsceno y tantos calificativos como queramos añadir, pero la libertad de expresión les ampara. Y así debe de ser. Nadie nos obliga a hacerlo ni tampoco a escuchar una determinada emisora de radio o a ver un programa de televisión. Cada uno es libre de elegir lo que quiere ver, leer o escuchar. Los partidos y sus dirigentes deberían tener mucho cuidado con este tipo de amenazas porque a lo único que conducen es a sembrar un clima muy peligroso.
Patricio Simó. Valencia
La polémica de la carne roja
A pesar de las críticas furibundas, el ministro Garzón tiene razón en relación con la cuestión de la carne roja. Se consume demasiado, fomenta el cambio climático y su abuso no es bueno para la salud humana. Desde las diferentes administraciones se debería promover el consumo preferente de la carne blanca. De hecho, se debería volver a la dieta mediterránea, pero también hay que decir que sus productos son demasiado caros. No puede ser que las frutas y verduras estén a precio de oro.
Josep M. Loste y Romero. Portbou (Girona)
Indignada con mi proceso de vacunación
¿Cómo es posible que a los de edades comprendidas entre los 60 y 69 años nos envíe la Comunidad de Madrid a vacunar al Hospital Enfermera Isabel Zendal sin posibilidad de cambio? Veo cómo mis familiares más jóvenes eligen fecha, hora y lugar de vacunación, mientras a mí una máquina me ha mandado tres sms en los que he solicitado cambio. Esperando el cuarto sms estoy. A ver si alguien tiene a bien llamar a las personas que, como yo, solicitamos el cambio para buscar una solución. Podemos tener cientos de problemas para ir hasta el Zendal y perder un mínimo de cuatro horas en transporte público. Ese es mi caso. Y más viviendo rodeada de hospitales, centros de salud y hasta El Corte Inglés.
Lourdes Fernández Baro. Madrid
Petardos
Pasó San Juan, fiesta, amistades, música y petardos. He estado años muy vinculado a refugios de perros y gatos abandonados. Hay una tercera parte de animales a los que les da igual, estupendo. Otra tercera parte la aguantan bajo la cama. Y la última, pánico total. Medicar en esta última situación se convierte en un caos. Ocurre en refugios, hospitales veterinarios y particulares. También hay consecuencias en la fauna salvaje cercana. Y en humanos. Hay personas en determinadas situaciones, autismo por ejemplo, que padecen en extremo con los petardos. En muchos lugares los petardos van mermando. Poblaciones de Italia y Argentina solo permiten fuegos artificiales sin ruido. Creo sería una enorme dosis de respeto para la conciencia (formándose) de un niño que al preguntar a sus padres por qué ya no se oyen petardos, escuchara: “porque los han prohibido por el daño que hacen a muchos animales y personas”.
Raimon Alzamora Gras. Barcelona
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