Contra el odio por ser distinto

Es triste e incomprensible asesinar a una persona solo por su inclinación sexual. Pero alguien tiene que cortar algo que se está potenciando desde un partido nefasto para este país y que es aplaudido por demasiados. Porque no quiero culpar al propio partido de las agresiones, pero sí de crear un ambiente propicio por acciones absurdas: una negación total a cualquier avance de nuestras vidas y de nuestra convivencia. La democracia avala pensamientos distintos, pero no la incitación a la violencia contra el distinto. Y distintos somos muchos de esa España cerrada y negra a la que quieren hacernos volver. Si la democracia no es capaz de romper esta deriva, tenemos un problema gravísimo, que no tienen en Alemania, que fue cuna de esa ideología, la del no al futuro.

Cesar Moya Villasante. Madrid

Muy constitucional, pero muy lento

Dictar sentencia con una demora de tres años en una cuestión tan simple como el nombramiento de Rosa María Mateo cono presidenta de RTVE, mueve a la risa si no fuera porque causa estupor. Y es que parece que se estuviera decidiendo una cosa juzgada de hecho, ya que la periodista cesó hace meses, o sea, la sentencia no tendrá efectos prácticos. El Tribunal Constitucional tiene la obligación, aunque sorprendentemente no la tenga desde la legalidad, de definirse en forma, pero también en tiempo, porque de no ser así no sirve para nada. No es un caso, es reiterativo en su indolencia, muchas veces da la impresión de que no quisiera definirse cuando procede y así poder evitar conflictos con los poderes del Estado.

Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid)

Los jubilados de la atención primaria

Soy una de las miles de enfermeras y médicos que en los años 80 llevamos a cabo la reforma de la atención primaria. Entre todos creamos un sistema de atención que fue modélico, así como un ejemplo a imitar por otros países. Los ciudadanos tuvieron su médico de familia y su enfermera, que les conocía y seguía sus procesos, se efectuaban visitas a domicilio a los pacientes que debían estar en la cama, había grupos de educación sanitaria para pacientes crónicos, se ofrecían consejos de salud... Hoy el Gobierno autonómico de Madrid nos quiere robar lo que no es suyo, lo que es de todos los madrileños. ¿Vamos a permitírselo?

María Victoria Anton Nardiz. Madrid

Los jóvenes y la pandemia

Mi padre tenía 19 años cuando lo movilizaron durante la Guerra Civil. Seguramente no le hizo ninguna gracia cuando lo hicieron (con 19 años apetece más salir con los amigos). No obstante fue a la guerra, junto a muchísimos jóvenes de su edad. Las pasaron canutas. Se hincharon de pasar miedo, frío y hambre. Él tuvo suerte y vivió para contarlo otros, por desgracia, se dejaron la vida en el campo de batalla o en los años posteriores. Chicos, con esto os quiero decir que hay cosas infinitamente peores que guardar distancia de seguridad y llevar mascarilla en las situaciones que conocéis al dedillo porque vuestros profesores y vuestros padres os lo han repetido mil veces. Divertíos y ser responsables, es compatible.

María del Carmen Zamora. Cartagena (Murcia)

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