Mascarilla y eutanasia

Con un día de diferencia, dos normas importantes, cada una en su ámbito, han entrado en vigor. Desde el pasado viernes, 25 de junio, los españoles pueden decidir, bajo supervisión facultativa, si quieren poner punto final a esta mascarada que es la vida. Y desde el sábado 26, tenemos la posibilidad de estar en exteriores sin mascarilla. Es curioso que quienes más critican estas normas, una por atentar presuntamente contra la vida y otra por el presunto oportunismo del que la aprueba, son quienes más se presentan como adalides de la libertad. Habría que recordar a los detractores de ambas disposiciones que ninguna de ellas obliga a nadie. Nadie está obligado a pedir la eutanasia. Tampoco nadie está obligado a despojarse de la mascarilla. Nadie será perseguido, haga lo que haga. Viva la libertad de hacer o no hacer, ad libitum.

Gonzalo de Miguel Renedo. Logroño

El silencio de Casado

Pablo Casado no habla de la corrupción de su partido porque, según dice, no le concierne. Sin embargo, continuando con su estrategia destructiva, se permite el lujo de evocar un futuro mal uso de los fondos europeos por parte del Gobierno. Alguien que pretende gobernar debería renegar de manera explícita de los casos de corrupción de su partido, en lugar de imaginar los de otros. ¿Tan desesperado está el PP para socavar así el prestigio de España, sembrando dudas sobre la administración de esos fondos cuando ni siquiera han llegado?

Hortensia García García. Ávila

Que haya acuerdos

Nadie gana y todos perdemos si no parlamentamos. Todas las derechas y ultraderechas, junto con la burguesía, gritan contra los indultos, por motivos diferentes, aunque les une el criticar con muy malas artes y palabras demasiado gruesas en democracia. Estoy con el Gobierno de España y su presidente. Es una oportunidad para el diálogo, aprovechemos esta medida de gracia para alcanzar la solución final de convivencia plural para todas las partes, en concordia y fraternidad. Solucionen los problemas políticos de España con Cataluña o a la inversa, tienen la oportunidad y es ahora. En el diálogo no hay ganadores ni perdedores, hay acuerdos.

Victorio Martínez Armero. Móstoles (Madrid)

¿Confiar en la banca?

Desde la crisis financiera de 2008 la banca española ha reducido a la mitad sus sucursales. Este año grandes bancos españoles despedirán a miles de empleados. Los bajos tipos de interés actuales representan un reto para el negocio bancario. Pero, ¿el problema es la subsistencia de la banca o mantener sus beneficios? Tras la última crisis, la ciudadanía rescató a la banca del desastre mayormente a fondo perdido. Hoy, esos ciudadanos y empleados perderán sus trabajos para mantener los beneficios de la banca. ¿Sería de justicia que los clientes retirasen la confianza a los bancos que obran así?

Abtinio Ordoñez Hernando. Barcelona

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