David Beriain y Roberto Fraile

Crecí viendo cómo una generación de periodistas convertía su trabajo en una emocionante e interesante opción para mi futuro profesional. Ver a Maruja Torres o a Pérez Reverte contar la cruda realidad de lugares lejanos con la adrenalina del que sabe que, en cualquier momento, está poniendo su propia vida en peligro, solo hizo que ese deseo se acrecentara. Mientras estudiaba, José Couso, Julio Anguita Parrado o Ricardo Ortega, desgraciadamente, perdían la vida. Quizá fui cobarde o quizá el destino tenía otros planes para mí. Desde hace muchos años seguía fielmente el trabajo de David Beriain. Supongo que por envidia. Él sí que tuvo el valor de perseguir su sueño. Y su labor nunca fue fácil, siempre se metió en los peores charcos. Y eso se paga caro. Nunca nos vimos, aunque teníamos conocidos en común. Ojalá su nombre y el de Roberto Fraile nunca se olviden y sean, como otros lo fueron para mí, todo un referente para nuevas generaciones.

María Cristina García Llorente. Soria

Detenida sin cargos

La noticia de la prolongación de la detención sin cargos de una ciudadana española por parte del Estado israelí debería ser un asunto de Estado. El ser ciudadano español debe darte ciertos derechos básicos no solo en España, sino en el resto del mundo. El hecho de que a esta trabajadora humanitaria de una ONG palestina se los hayan negado debería preocuparnos e indignarnos.

Carlos Gallego Molina. Sevilla

‘Enmendalla’

Una columna de opinión debe fundamentar esta con argumentos. Algo que suele escasear en las de Félix de Azúa. En mi opinión, es muy pobre que el único apuntado en su artículo Sostenella para apoyar la gestión de Díaz Ayuso en Madrid sea que se haya podido vacunar en el pseudohospital de campaña que nos ha costado 100 millones (en lugar de en su centro de salud, que era lo lógico). En marzo de 2020, la presidenta mintió cuando dijo que su prioridad sería la salud de los madrileños, pues ni reforzó las plantillas sanitarias ni contrató a rastreadores. Y no ha dado un euro en ayudas directas. Lo más surrealista es que Azúa termina su perorata pidiendo el voto para Ciudadanos, también sin argumentarlo. Lo que creo que debe hacer Azúa no es sostenella, sino enmendalla.

Javier Agustí Moreno. Madrid

Millones de vacunas

Cada día leo y escucho datos sobre millones de vacunas. Millones de vacunas compradas, millones que está previsto que lleguen en el segundo trimestre, millones de personas con una dosis, millones con la pauta completa y así todos los días. Pero cuando mi abuela, con 75 años y recuperándose aún de su segundo cáncer, llama al CAP de Sarrià para preguntar cuándo le van a administrar su dosis, esos millones desaparecen. Semana tras semana obtiene la misma respuesta: que, lamentablemente, una vez más, no les llegan las vacunas.

Juan Dalmau Gallardo. Barcelona

La lucha contra la covid persistente

Mi marido se infectó de covid hace un año. Tras superar una neumonía bilateral en el hospital, pudimos volver a abrazarnos, pero la pesadilla no había acabado. Trece meses después, todavía no se ha recuperado. Al igual que muchas otras personas, tiene covid persistente, y todavía ningún médico nos ha dicho si va a volver a ser quien era. Para que llegue esta respuesta, necesitamos medios e investigación sobre este virus y lo que puede llegar a provocar.

Montse Guerra López. Ripollet (Barcelona)

Los textos de esta sección tienen que enviarse exclusivamente a EL PAÍS y no deben tener más de 100 palabras (700 caracteres sin espacios). Deben constar nombre y apellidos, ciudad, teléfono y DNI o pasaporte de sus autores. EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, resumirlos o extractarlos. No se dará información sobre estas colaboraciones. La dirección para escribir en esta sección es CartasDirector@elpais.es