Un año después del confinamiento
Los lectores opinan sobre la pandemia, la seguridad en las mesas electorales, la violencia machista, las comisiones bancarias y sobre la felicidad
Ahora que ya ha pasado un año desde el confinamiento en España, nos acordamos de los tiempos en los que el miedo invadía nuestras calles y nublaba nuestras mentes. Un año después, nos preguntamos dónde están esos momentos en los que disfrutábamos de una libertad plena en la que eran impensables toques de queda para volver a casa o restricciones de movilidad que nos impidan pasar un fin de semana en familia en la playa o simplemente fuera de nuestra comunidad autónoma. Pues bien, quiero recordar que esos momentos de libertad anteriores a la pandemia siguen correspondiéndonos, y que el bache que estamos viviendo no podrá quitarnos las ganas de revivir esas experiencias, porque más pronto que tarde saldremos de esta habiendo aprendido a valorar más los pequeños detalles que pasamos por alto en nuestra vida cotidiana.
Israel Arribas. Alcorcón (Madrid)
En una mesa electoral
He sido elegido para formar parte de una mesa electoral. Es un deber ciudadano que asumo. Dada la situación de pandemia que enfrentamos me he informado en la Junta Electoral de Zona de Madrid en lo tocante a una eventual vacunación de los miembros de la mesa. Me han comunicado que no está prevista ninguna actuación al respecto. Creo que sería una buena idea inmunizar a los elegidos como miembros, para proteger a estos y a los votantes.
Enrique Gallego Arroyo. Madrid
¿Cuántas víctimas más se necesitan?
¿Se necesitan más víctimas para que la sociedad cambie? Es increíble que todavía en el siglo XXI siga habiendo casos de violencia machista. A pesar de los esfuerzos que se hacen cada año, apenas cambia nada. Lo único que se consigue es mantener o incluso aumentar el miedo de las mujeres a que en cualquier momento vivamos una situación más grave teniendo en cuenta que los micromachismos están siempre presentes.
Andrea Tejedor Fernández. Madrid
Apadrine un Banco
Con la crisis sanitaria los desgraciados bancos andan cobrando a sus clientes los ingresos perdidos, de manera que han cambiado las condiciones de las cuentas y para evitar el cobro de sustanciosas comisiones (pueden llegar a 200 euros anuales) debes cumplir una serie de requisitos que, por supuesto, implican la conocida proporción de “a mayor riqueza, menos comisión”. Es decir, si usted, obligatoriamente, tiene el dinero en un banco, pero poco, porque es pobre, estará penalizado a sufragar las pérdidas de la entidad con sus escasos recursos. Todo muy justo y democrático. ¿Algún partido tiene algo que decir?
Antonia Mota Villaseñor. Villaviciosa de Odón (Madrid)
Notas de un jubilado
Para olvidar la amargura de que pago en impuestos la mitad de mis ingresos, he festejado esta semana el aniversario de la anterior proclamación de la República. Me han vacunado. Sigo con mis achaques. Como compensación y debido a la pandemia y a los recursos de internet y de las grandes plataformas de contenidos televisivos tengo posibilidad de similares recursos que las capitales: acceso a los productos comerciales por medios electrónicos, contemplación de los eventos culturales y artísticos y de ocio por medio de streaming o en directo... Y me han llamado mis nietas. ¿Será esto la felicidad?
Fernando Serrano Echeverria. Eibar (Gipuzkoa)
Extraña libertad
Me da la impresión de que el uso que se está haciendo en Madrid estos días de la palabra “libertad” es más parecido a un lo que me dé la gana que a otra cosa.
Juan Fernández. Madrid
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