‘Quo imus?’
Los lectores opinan sobre la violencia, los problemas entre PSOE y Unidas Podemos, el Partido Popular y las pensiones de viudedad
Si no somos capaces de entendernos para solucionar problemas, si exhibimos la irracionalidad que nos ciega como recurso, nunca lograremos avances. Se equivocan aquellos que anteponen la fuerza, la violencia, como solución para lograr objetivos. Cierto es que hoy todavía se siguen cercenando libertades, cierto es que la justicia, a veces, es difícil de comprender, pero nada justifica el uso de otras herramientas que no sean palabras y razones. Sí, anhelamos expresarnos libremente, sin censuras, pero eso no está en disonancia con la educación ni con el respeto ni con las ideas; de lo contrario Quo imus? (¿adónde vamos?).
Fernando Marcén Letosa. Leciñena (Zaragoza)
Un matrimonio mal avenido
Somos muchos los votantes del PSOE que no entendemos esta cogobernanza con Podemos en la que, además, la deslealtad es lo habitual. Esto confirma que lo que mal empieza, mal acaba, es decir, acabará peor. Lo del déficit de calidad democrática y el apoyo explícito a los desórdenes urbanos, junto al apoyo al caos y la provocación constante, debe obligar a la toma de decisiones para explorar otra mayoría. Los electores lo demandamos.
Dionisio Rodríguez Castro. Villaviciosa de Odón (Madrid)
Tus derechos, mis derechos
Después de un año de dificultades económicas gravísimas, hace unas noches, un grupo de personas se manifestaron en Barcelona supuestamente por la libertad de un rapero y, se supone, por la libertad en general. Estos defensores de la libertad decidieron que era muy importante quemar unas motos en la calle y destrozar de una pedrada el escaparate de mi comercio para mostrar su rabia. ¿Tengo derecho yo ahora a expresar la mía como crea conveniente? ¿Alguien imagina cómo podría acabar todo esto?
Eduardo Costa Bejarano. Lliria (Valencia)
Partido Popular, huir como opción
Parece que huir sigue siendo una opción. Pablo Casado huye de Génova, 13, como si de una casa embrujada se tratase en la que las paredes estuvieran impregnadas de corrupción y fueran ellas las culpables de juicios como el del caso Bárcenas. La desvinculación de los posibles delitos no viene dada por un cambio postal, ha de venir de una autocrítica y sobre todo de una demostración de transparencia continua. En este caso, huir es peor opción que afrontar.
David Andreone-Santamaría. San Andrés y Sauces, Isla de La Palma (Canarias)
Una vida anónima
Con 80 años ha realizado balance de su existencia. Cumplió todas sus responsabilidades familiares, profesionales y ciudadanas. Está en paz con el pasado. Ha vivido mejor que su generación anterior y cree que sus nietos vivirán peor. Cuida su salud. Se siente bien, aunque con limitaciones físicas y cognitivas. Procura practicar el “decálogo de la serenidad”. Defiende sus derechos. Su pensión corresponde a lo cotizado durante más de 44 años de vida laboral. No teme a la muerte, pero le fastidia que a su viuda le quede solo el 52% de su pensión. ¿Representa a parte de su generación?
Fernando Serrano Echeverria. Eibar (Gipuzkoa)
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