Deberíamos recuperar el foco

Condeno enérgica y tajantemente cualquier acto de violencia. Tampoco me gusta que en mi país alguien pueda acabar en la cárcel por escribir canciones, por infames y repugnantes que puedan parecernos sus letras. Dicho esto, lo que más me sorprende de los disturbios que hemos vivido estos días es que los haya desencadenado la detención de un rapero —lo digo con todo el respeto—, mientras que ante las sucesivas y lesivas reformas laborales, los recortes al Estado del bienestar, la corrupción estructural e institucional de un partido de Gobierno, la socialización de las pérdidas de la banca, el aumento de la desigualdad y un largo etcétera de atropellos sociales, la ciudadanía —especialmente los jóvenes— haya permanecido prácticamente indolente. No sé cuándo perdimos de vista lo realmente esencial en una democracia, pero deberíamos recuperar el foco.

David Barbas García. Pamplona

No basta con un cambio de casa

Cuando he oído decir a Pablo Casado que se cambian de sede, lo primero que se me ha pasado por la cabeza es el caso de una familia imputada en graves delitos, que se muda de vivienda y ya no tiene que dar explicaciones de sus actos. Como hecho simbólico está bien, pero eso solo es claramente insuficiente. Esa familia tiene que hacer frente a la justicia; tiene que reconocer sus faltas; tiene que romper con todo aquello que está relacionado con sus delitos; no tiene que entorpecer la labor de la justicia. Y mientras no haga eso, seguirá arrastrando el lastre, se mude de casa o no.

Julio García-Casarrubios. Valdepeñas (Ciudad Real)

Un merecido recuerdo

Paco Luzón era (debería decir es, porque sigue estando presente entre nosotros) un hombre bueno, inquebrantable en sus principios y coherencia de vida; riguroso en sus opiniones, pero generoso en su trato; exigente con sus colaboradores, pero un motivador nato; hombre de visión de futuro y de entusiasmo contagioso; afable para con los cercanos, pero también para con los menos próximos. Los que compartimos algo de su vida profesional y de la posterior, presidida por la enfermedad, sabemos que su fundación dio un valor trascendente a sus cada vez mayores limitaciones físicas, pero nunca mentales. Sin duda, con su fundación creó su más noble y generoso proyecto. Ciertamente será recordado por su legado, que tenemos la obligación de preservar y engrandecer. Paco siempre será, en las múltiples facetas de su vida, el centro de atención por su energía y fe inalterable en su viaje por la vida. Por vivirla, por disfrutarla, por contagiarla. Como él bien decía, “el viaje es la recompensa”. Tenemos un gran ejemplo. Ahora su vida y la ELA están permanentemente presentes en el mapa de España, en toda la colectividad de la ELA y en la sociedad española. Continuaremos charlando con él de sus pasiones, del fútbol, de sus ilusiones, de María José y sus hijos y de su fundación. No se ha ido, permanece en todos nosotros.

Carlos J. Villa Vigil-Escalera

Fiestas irresponsables

Es difícil expresar qué se siente ante imágenes que nos impactan a diario y ante las que nos hemos acomodado. Cada día vemos vídeos de fiestas ilegales. Imágenes intolerables, reprobables. No puedo creer que tras un año trágico haya alguien que todavía no sepa de qué va esto. ¿Sería mucho pedir a las autoridades competentes que ante estos actos irresponsables, insensatos, actúen con más resolución? Además de poner multas a los pocos detenidos —ineficaces al ser insolventes la mayoría—, se debería actuar con más rigor y severidad. Aunque solo sea por la estabilidad mental y emocional de quienes respetamos las normas.

Francisco Luis García Cervantes. Cartagena (Murcia)

¡Ya basta!

Pablo Iglesias ya consiguió que la izquierda no gobernara en Madrid. Ahora va a conseguir que la derecha vuelva a gobernar en España. ¡Ya basta!

Francisco S. de San Pedro. Madrid

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