La banalización del exilio
Poco afortunadas me parecen las palabras de un miembro de nuestro Gobierno, que para colmo ostenta una vicepresidencia, al tratar de equiparar el doloroso éxodo de los vencidos de aquella maldita guerra mal llamada civil con el exilio dorado de un político que, en el uso de sus funciones amparadas en la Constitución, se saltó sus leyes. Traicionando incluso a sus compañeros de gobierno, huyó del país con nocturnidad y alevosía para no asumir las consecuencias de unos delirios que solo han conseguido el desprestigio y la ruina de una comunidad, aun a riesgo de alterar gravemente su convivencia social. En esas estamos.
Jordi S. Berenguer i Milà. Barcelona
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.