Cuidado con lo que dices
La discusión sobre la libertad de expresión es una discusión sobre sus límites. Todos estamos a favor de la libertad de expresión de quienes piensan como nosotros
La libertad de expresión siempre está amenazada: por regímenes políticos, por fanáticos religiosos, por intereses empresariales y partidistas, por leyes idiotas, por gente sensible. Los grados son muy distintos: hay gente que se juega la vida por decir lo que piensa o pasa, en lugares donde hay demasiada ley o demasiado poca. En Arabia Saudí Lujain al Hathlul ha sido condenada a cinco años de cárcel por defender el fin de la tutela masculina de las mujeres.
La discusión sobre la libertad de expresión es una discusión sobre sus límites. Todos estamos a favor de la libertad de expresión de quienes piensan como nosotros, y quien critica una ley represiva o la parcialidad de los medios públicos en la oposición olvida el reproche cuando llega al Gobierno.
En el mundo anglosajón parte de una izquierda históricamente favorable a la libertad de palabra se muestra reticente. Los debates son solo una cuestión de poder, dicen, y lo importante es quién habla: el ad hominem es el único argumento de la obra. Mientras, persiste la pulsión censora de sectores de la derecha. El humor se enfrenta a la tiranía de la mente literal y la falta de comprensión lectora se exhibe como indignación virtuosa.
En las últimas semanas hemos tenido en nuestro país varios casos inquietantes para la libertad de expresión, y se ha presentado una valiosa herramienta sobre el tema: LibEx. Ctxt pidió perdón por publicar un testimonio del periodista Bruno Bimbi sobre las dificultades para estudiar en castellano en Cataluña: la verdad ofendía a los suscriptores, así que publicarla era un error. El Tribunal Constitucional, en una sentencia que según el profesor Presno Linera contradice al propio TC y al TEDH, ha dicho que expresiones como “Aquí tenéis el silencio de la puta bandera” no están protegidas por la libertad de expresión. El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a la revista Mongolia por una imagen donde satirizaba al torero Ortega Cano. El profesor Germán Teruel ha escrito: “Preocupa observar cómo en esta sociedad hipersensibilizada se van restringiendo espacios de libertad. La corrección política, la protección de sentimientos identitarios de unos grupos u otros e incluso la superprotección de la idea de igual dignidad humana constituyen hoy día peligrosos enemigos de la libertad y del carácter abierto de nuestras democracias”. El efecto es generar miedo y autocensura. Perdemos libertades y perdemos chistes, y la risa siempre es un bien escaso. @gascondaniel
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