Más restricciones

La pandemia ha entrado en un nuevo ciclo expansivo en buena parte de España, lo que obliga a endurecer con urgencia las medidas de contención. Varias comunidades —entre ellas Madrid y Cataluña— han decidido adoptar normas más estrictas de cara a la Navidad, pero todo indica que serán aún insuficientes. El plan acordado en el Consejo Interterritorial para las próximas fiestas ha quedado obsoleto y el acuerdo de la última reunión de que cada autonomía refuerce las restricciones si lo considera oportuno agrava el inconveniente que ha tenido la gestión de la pandemia en toda esta segunda ola: la disparidad de criterios y medidas aplicadas y los constantes cambios de rumbo, lo que genera confusión y desconfianza en la población. Se echa de menos una estrategia más unificada y una mayor contundencia en la respuesta, máxime cuando, según una encuesta, el 61% de los españoles cree que deberían haberse adoptado más limitaciones.

Los indicadores de evolución son cada vez más alarmantes y evolucionan a peor de forma muy rápida. El problema es que siempre vamos por detrás del virus, pues los contagios que ahora se están produciendo no llegarán a las estadísticas hasta dentro de unos días, y a los hospitales, hasta diez o 15 días más tarde. A diferencia del mes de junio, en el que el confinamiento logró reducir la incidencia a menos de 20 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, ahora partimos de un nivel mucho más alto. El suelo de incidencia acumulada de esta segunda ola de la pandemia está en torno a los 200 casos de promedio, por lo que el cambio brusco y acelerado de tendencia puede poner al sistema sanitario en graves aprietos en muy poco tiempo.

Madrid ha vuelto en un tiempo récord a una fase de riesgo extremo, fijado en 250 nuevos casos por 100.000 habitantes en 14 días. Ha pasado de ser la comunidad con menor incidencia el 20 de noviembre pasado a la segunda peor en los datos de ayer, lo que da idea de la volatilidad de la situación. En Cataluña se ha pasado de una tasa de reproducción del virus de 0,90 a 1,41 en apenas unos días, lo que significa que cada cien nuevos contagiados infectan a otros 141. El virus no solo ha dejado de retroceder, sino que avanza a toda velocidad. Y hay que tener en cuenta que estos repuntes todavía no incluyen todos los efectos de la mayor interacción social producida durante el puente de la Constitución ni tampoco la relajación de las medidas de la última semana en varias comunidades.

La preocupación crece entre los sanitarios por el efecto que puede tener sobre los hospitales y unidades de cuidados intensivos. Según los datos publicados, hay en España más de 11.000 pacientes hospitalizados por el virus, y un 20% de las camas de cuidados intensivos estaban ocupadas por pacientes contagiados. El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) y la Comisión Europea recomiendan reforzar el sistema de salud de cara a las fiestas navideñas y semanas posteriores ante el riesgo de que los turnos festivos coincidan con un aumento de los ingresos. Los expertos en salud pública exigen medidas de contención más duras. Deberían ser escuchados, sin perder tiempo.