Nombrar el nuevo CGPJ

Para el no iniciado, es difícil entender que siendo un mandato constitucional, los partidos no se pongan de acuerdo —o por maniobras políticas no quieran hacerlo— para renovar el Consejo General del Poder Judicial. Puede pensarse que no hacerlo es un delito contra la Constitución y a lo mejor el Tribunal Constitucional debería tomar cartas en el asunto. Quizás deberían tomarse como referente los cónclaves para nombrar un nuevo Papa; los cardenales quedan encerrados hasta que llegan a un acuerdo. Eso debe engrasar la capacidad de negociar y acordar. Creo que a los ciudadanos nos gustaría.

Eliseo Pascual Gómez. Alicante