Eleazar Blandón
La muerte de Eleazar, un temporero en Murcia con jornadas de 11 horas a más de 40 grados y sin agua, y posteriormente abandonado en un centro de salud, revela otra vez la existencia de enormes bolsas de inmigrantes trabajadores sin viviendas dignas, sin papeles, sin derechos, sin condiciones sanitarias en diferentes partes de España. Los diferentes Gobiernos nacionales, los de las comunidades autónomas y los propios Ayuntamientos miran hacia otro lado, aunque son totalmente conscientes de lo que está pasando desde hace décadas. Una de las industrias agrícolas punteras de toda Europa y de todo el mundo no puede permitirse estas ínfimas condiciones de trabajo en la clave de sus cadenas de suministro. Y un país moderno, que dice que se preocupa por la sostenibilidad, no puede permitirse esta desigualdad y estas bolsas de pobreza extrema en pleno siglo XXI. Que alguien haga algo de una vez.
Fernando Prieto. Madrid
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