Zaldívar
Ni Joaquín Beltrán ni Alberto Sololuze, deseaban morir, y mucho menos de esa manera. Fue un accidente. Nadie deseaba su muerte
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Los cuerpos de dos hombres permanecen sepultados, bajo muchas toneladas de basura, de inmundicias, en un vertedero situado en Zaldívar, en Bizkaia, desde el 6 de febrero. Hace ya muchas semanas de que el accidente, porque fue un accidente, se llevó por delante a esos dos hombres, de los que apenas se habla, o sí, pero no tanto como se debería, porque un bicho maligno se ha dedicado a sembrar otro tipo de muerte en España: el coronavirus que se ha llevado a otra vida, o mejor dicho, a otra muerte, a unos 30.000 paisanos, a 600.000 en todo el mundo....
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