Malos tiempos para la lectura labial
En estos tiempos de mascarillas prácticamente obligatorias, los sordos necesitados de lectura labial lo estamos pasando particularmente mal. En mi caso encuentro comprensión y facilidades por parte de mi entorno, amigos y compañeros de trabajo, pero conozco algún otro en el que la persona afectada se ha visto obligada a darse de baja ante la imposibilidad de desarrollar su actividad laboral. Más preocupante aún es la falta de facilidades para realizar gestiones en la Administración pública, como el encontrar a un empleado con mascarilla parapetado tras una mampara de metacrilato que se niegue a bajarse temporalmente dicha mascarilla para poder realizar lectura labial. El miedo al coronavirus, que no digo que no esté justificado, no debe llevarnos a descuidar la atención debida al ciudadano, y la Administración debe proporcionar los medios para asegurarla.
Eugenio Garduño Eseverri. Badajoz