La sociedad no nos quiere libres
Las personas con discapacidad en muchas ocasiones podemos ser capaces de ir y hacer las mismas cosas que las personas que no la tienen. Solo necesitamos adaptaciones. ¿Por qué la sociedad se resiste tanto a ponerlas? Las Administraciones a veces no se dan cuenta, muchas hacen oídos sordos y la mayoría lo pone al final de las prioridades. Si necesito ayuda o me caigo, la gente se vuelca en ayudarme, pero a nosotros no nos gusta ser dependientes, no nos parece digno que nuestra vida esté en los brazos de los abnegados congéneres. ¿Cuántas veces tendremos que pedir una playa adaptada, una entrada decente al gimnasio, una silla segura para cambiarnos, ducharnos o bañarnos, unas aceras rebajadas para pasear de forma independiente y segura? Por favor, hagan una reflexión.
Leticia Esporrin, Barcelona.
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