Ser un educador de verdad
La covid-19 me ha hecho pedazos. Como profesor, veo al otro lado de la pantalla alumnos pequeños en apuros y no les puedo atender de una manera mínimamente humana. Me pregunto si “esto” va a ser nuestro futuro. Reflexionando sobre ello me da la impresión de que sí que va a ser así, entonces me deprimo aún más. La educación es cuestión de tacto y de aprender “a lo humano”, juntándonos, ayudándonos, apoyándonos. Tengo miedo de que los más pequeños se aíslen y de que las relaciones se deterioren. Ya echo de menos a ser una fuente emocional en la vida de mis alumnos y espero que “lo humano” vuelva el curso que viene para poder revivir la ilusión de ser un educador de verdad.
Gabriel Finn. Puerto Real (Cádiz)
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