Apropiarse la bandera
De nuevo han conseguido apropiarse de la bandera, arropar con ella una ideología particular y convertir su exhibición en un gesto partidista y casi amenazador. Siempre pasa lo mismo: salvo en los eventos deportivos, la bandera española arrastra un pasado de uniformes, de vencedores y autoproclamados elegidos. Nadie puede quitarme mi españolidad, mi conocimiento de la cultura e historia de mi país, mi admiración por su diversidad geográfica y de lenguas, pero nunca he podido librarme de esa sensación de que mi bandera estaba representando a otros que la querían solo para ellos, para marcar su territorio, su propiedad sobre los símbolos. Me siento orgulloso de muchas cosas de esta nación de naciones, pero sé que cuando su bandera sale a pasear en manifestaciones o protestas alguien quiere hacerla solo suya.
César Rubio Arbó. Madrid
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