El miedo que no cesa
Quien desdeña los temores ajenos y realza los suyos suele estar más preocupado por pasar cuentas
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Se ha convertido en frecuente entre nosotros, por aquello del aumento de la esperanza de vida, que a los más mayores no les cuiden jóvenes o personas maduras, sino hijos e hijas con la lógica diferencia de edad, pero también con años a sus espaldas. Estos últimos oyeron mucho a los primeros hablar de la guerra. Para ellos haber vivido aquel espanto, aunque fuera con ojos de niño, constituía su más indeleble seña de identidad generacional. Para sus hijos, en cambio, lo fue precisamente la lucha contra la omnipresencia de aquel relato tanto en el espacio público como en el privado y, muy en espe...
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