Manu Ginóbili, la mano de dios
Viéndolo jugar esta misma semana, con sus cuarenta años en las piernas y la frente despejada de pecados de juventud, Ginóbilli parece desenvolverse sobre la cancha con el mismo anonimato de antaño
Viéndolo jugar esta misma semana, con sus cuarenta años en las piernas y la frente despejada de pecados de juventud, Ginóbilli parece desenvolverse sobre la cancha con el mismo anonimato de antaño