México se despide de Paquita la del Barrio en un emotivo funeral: “Ella se va, pero nos quedan sus canciones”

Paquita se ha despedido de su barrio este viernes con un funeral que más parecía uno de sus conciertos donde corrían la cerveza, el tequila y los aplausos del público. En México, la muerte se festeja igual que se festeja la vida, más cuando a quien se despide es a uno de los íconos más importantes de la cultura popular. Cientos de personas han llegado hasta las calles de la colonia Guerrero, en la capital, para darle ese último adiós a Francisca Viveros Barradas, fallecida el lunes a los 77 años. Música de banda, mariachi, flores y la emoción de sus seguidores, pero sobre todo de sus seguidoras, han llenado las calles alrededor de su antiguo restaurante, Casa Paquita, en la calle de Zarco 202.

Las cenizas de Paquita la del Barrio han sido instaladas en el escenario del restaurante, el mismo donde empezó a cantar sus canciones mientras le daba de comer a sus vecinos gorditas, quesadillas y pozole. El cortejo fúnebre ha recorrido las calles de la colonia Juárez, el Paseo de la Reforma, el palacio de Bellas Artes y ha llegado hasta la plaza Garibaldi, cuna del mariachi en Ciudad de México. Allí ha sido recibida con música y canciones frente al Salón Tenampa, una de la cantinas donde esta noche se entonarán las canciones de la Reina del barrio, como la llamaban.

Al punto de las 12.00 la caravana paraba frente al mercado Martínez De la Torre, en la colonia Guerrero, donde trabajó vendiendo comida cuando llegó a la capital huyendo de un marido golpeador. En Casa Paquita, familiares y amigos han celebrado una misa en su honor. Sus hijos, su hermana y sus nietos se han despedido de la artista con unas emotivas palabras. “Mi hermana fue una mujer fuerte y a la vez guerrera, ahora vive en nuestro corazón”, ha dicho Viola Viveros.

En primera fila también estaba su manager, Francisco Torres, claramente afectado por la pérdida y su secretaria Teresita, su mano derecha y con la que trabajó los últimos 20 años. “Hoy Paquita se va como se merece una grande”, ha dicho Torres. “Ella siempre fue del pueblo, pero hoy nos damos cuenta de las fronteras que traspasó y el gran vacío que deja en el corazón de los mexicanos”, ha dicho frente a la urna de la cantante.

Después de dos horas, las puertas del restaurante se han abierto para todos aquellos que hacían fila bajo la lluvia. El lugar se ha llenado de imitadores de la cantante, curiosos y fans, pero sobre todo de señoras de más de 60 años, el público más fiel de la artista. Entre ellas estaba Eloísa Morales, de 70 años, llegada desde Chimalhuacán, Estado de México, para rendirle homenaje. “Paquita se va pero nos quedan sus canciones”, asegura mientras sostiene un puñado de lirios. Ella y su amiga Celia Ramírez, de 67 años, reconocen que Tres veces te engañé y Taco placero son algunas de sus canciones favoritas. “También Rata de dos patas”, aseguran. “¿Quién no le ha cantado esa alguna vez al marido?”, agrega Celia con una carcajada.

Las canciones de Paquita la del Barrio quedarán en la mente y el corazón de su público por su sentimiento, su emoción y su acidez. Sus canciones al desamor y al despecho ya forman parte del acervo de los mexicanos. La cantante hizo del insulto un arte y reivindicó los derechos de las mujeres antes de que hubiera palabras para hablar de los abusos que sufren muchas de ellas. Sus canciones como dagas siguen provocando una catarsis entre el público. En el escenario un imitador se ha arrancado con Rata de dos patas. El público ha seguido con el estribillo a pleno pulmón. “¿Me estás oyendo inútil?”, la famosa frase de la artista ha resonado de nuevo en ese espacio consagrado ya a la diva de la canción, la guerrillera del bolero. “Era la única capaz de decirnos las verdades a los hombres”, dice Marco Humberto Elisea, quien sostiene una fotografía de la artista. Junto a él está Joanfa, imitador de Juan Gabriel, de 46 años, quien no se lo piensa dos veces y se arranca a cantar una del divo de Juárez: “Te voy a olvidar aunque me cueste la vida y me cueste el llanto, yo te juro que te voy a olvidaaaar”.

Paquita la del Barrio era una de las pocas divas que quedaban sobre los escenarios. Su pelo rubio, su maquillaje y su imagen rotunda llena de gasa y pedrería la hacían única. También su carácter y su mal humor. “En realidad era una mujer de pocas palabras, pero no importa, todo lo que tenía que decir lo decía con su música”, subraya la señora Morales. Con más de 30 discos. 20 millones de copias y 40 años de carrera, su público siempre le fue fiel. Nunca se avergonzó de su origen humilde y en cada entrevista repetía que su lugar estaba “con las gentes humildes de México”, su público más fiel. “Siempre fue una mujer muy humilde. Aunque subió en la escala social nunca se olvidó de nosotros”, dice Cristina Ochoa con los ojos llenos de lágrimas. “Era mi comadre”, agrega.

“¡Ella era del barrio, viva nuestra Paquita!”, grita otra imitadora de la artista antes de arrancarse a cantar, mientras tanto los presentes responden: “Paquita, Paquita, ra, ra, ra”. Los mariachis vuelven a poner música al velorio y entonan los acordes de Invítame a pecar, uno de los temas más famosos de la cantante veracruzana. “Invítame a pecar, invítame o te invito, quiero estar junto a ti, quiero sentir bonitoooo”. El público para entonces estalla en aplausos y graba todo en su celular. Por ejemplo, Francisco Gómez, que ha aprovechado para hacer una videollamada con su sobrino: “Paquita ha sido muy querida en nuestra familia por generaciones”, dice mientras muestra con el teléfono el ambiente que se vive en el funeral. Después, un grupo de bailarines de música regional ha sorprendido a los asistentes con varios bailes. Forman parte del equipo que acompañaba a la cantante en sus conciertos.

La cantante Ana Bárbara o la alcaldesa de la colonia Cuauhtémoc, Alessandra Rojo De la Vega, también se han acercado a despedir a la cantante. También ha pasado por el funeral la ex política Sandra Cuevas, amiga de la cantante, fue una de las primeras en llegar y también de las primeras en irse. “Lo que ella nos dejó con su personalidad llevada a la música regional mexicana muy pocos lo han hecho”, ha dicho Ana Bárbara emocionada, quien se ha arrancado a cantar junto al mariachi. Hace unos años ella y Paquita sacaron juntas el tema El Consejo, grabado en ese mismo lugar donde hoy su público se ha despedido de ella.