“Un error, cine puro y un desperdicio de película”: la polémica ‘Emilia Pérez’ divide a México

Magnífica, malísima, un insulto y cine puro. Dentro de estos adjetivos ha virado la película francesa Emilia Pérez, dirigida por Jacques Audiard, desde que fue alabada en el festival de Cannes, en mayo de 2024. México, lugar en el que se desarrolla la trama, fue de los últimos países en el que se estrenó la cinta. Eso no impidió que usuarios en X, la mayoría de origen mexicano, se volcaran a la red social para hacerla añicos. El primer comentario que tomó vuelo fue el de Eugenio Derbez, en diciembre del año pasado. El comediante dijo que la actuación de Selena Gomez, quien interpreta a Jessica del Monte, esposa de un importante capo de la droga que decide someterse a una transición de género, es indefendible. Gomez respondió que hizo lo mejor que pudo con el poco tiempo que le dieron. Esto provocó tantos comentarios de odio hacia Derbez que el actor terminó por ofrecer una disculpa pública. Sin embargo, fragmentos de la película se fueron filtrando en las redes sociales y, poco a poco, cambió la tendencia: no solo la actuación de Gomez se volvió indefendible, sino toda la película.

Tras su estreno en salas comerciales, el crítico de cine Ernesto Diezmartínez dijo que, si bien la cinta y el personaje del violento capo, que quiere convertirse en una mujer benevolente, se siente como una evolución natural en la filmografía de Audiard, la ejecución torpe y la dirección descuidada de los actores, además de tratar de contar la historia a través del género más escapista y artificioso que existe, el musical, hace que Emilia Pérez sea un desperdicio de película. “Todo lo que Audiard había hecho antes bien, ahora le salió mal; todo lo que había hecho mal, le salió peor”, concluye el crítico.

Rodrigo Prieto, director de fotografía de Barbie y Los asesinos de la luna, y director de Pedro Páramo, también fue duro con la obra, aunque su opinión no provocó tanto movimiento en internet. En una entrevista resaltó el aspecto musical como algo genial y dijo no estar en contra de la realización de películas sobre México a cargo de directores extranjeros. Sin embargo, la omisión de contratar un diseñador de producción o de vestuario mexicano, o al menos algunos consultores, hace que la historia no se sienta auténtica.

En Latinoamérica, el consenso con México es total. Sin embargo, la transactivista dominicana Mikaelah Drullard diverge con Rodrigo Prieto sobre lo musical. “No veo a los papás y mamás de los 43 estudiantes de Ayotzinapa cantando sobre una mesa ‘dónde están mis hijos que el Ejército desapareció’, junto a la glorificación de una vaginoplastia como forma de redención del victimario”, dice Drullard en su crítica publicada en el medio feminista Volcánicas. Para la transactivista, Emilia Pérez es el resultado de la ignorancia eurocéntrica de gente blanca, de allí la premiada recepción europea y estadounidense.

La película lleva más de nueve meses bajo los reflectores. Ganó el premio del jurado en el festival de Cannes y cuatro actrices fueron galardonadas a mejor interpretación femenina. Karla Sofía Gascón, Zoe Saldaña, Adriana Paz y Selena Gomez. Lo que sucede en este evento de renombre al sur de Francia durante la primavera influye mucho en la crítica cinematográfica en el resto del mundo.

En los premios del Cine de la Academia Británica (BAFTA) consiguió nueve nominaciones. En los Globos de Oro se llevó ocho preseas de las 10 nominaciones que obtuvo. Ganó cinco laureles en los premios del cine europeo, incluida mejor película y guionista europeo, y en los American Film Institute se llevó película del año.

Este jueves 23 de enero, los premios Oscar han anunciado que el narcomusical compite en 13 categorías. Se ha quedado a una nominación de las 14 históricas de Titanic, La La Land y Eva al desnudo.

En entrevista con EL PAÍS, el director Jacques Audiard se pronunció respecto a las críticas que califican Emilia Pérez como una representación absurda de México y que, además, la juzgan por tratar el tema de la violencia y las desapariciones con muy poco tacto. “Yo no quería hacer una película de narcos y no hice una película de narcos. Es la historia de una persona que quiere cambiar de vida y que no es una redención al narco. ¿Por qué negarle a una persona la oportunidad de ser lo que busca ser?”, dijo con ayuda de una traductora, ya que Audiard solo habla francés.

Pero no todos los mexicanos concuerdan con el consenso crítico. Un ejemplo es Guillermo del Toro. Durante una conversación que tuvo con Jacques Audiard en octubre del año pasado, tras una proyección especial para miembros del Sindicato de Directores de Estados Unidos (DGA por sus siglas en inglés), el director mexicano, que formó parte de dos jurados que premiaron la cinta en Cannes y Venecia, mencionó que era increíble y hermoso ver una película que fuera “verdadero cine”. Audiard se revolvió en su silla, casi como no creyendo lo que escuchaba, y agradeció a Del Toro con mucho respeto.

Issa López, guionista y directora mexicana, quien escribió seis capítulos de la nueva temporada de la serie estadounidense True Detective, se unió a la opinión de Del Toro. En la alfombra roja de los Globos de Oro mencionó que la película es una obra maestra y el trabajo que hizo Audiard de retratar la realidad en México es mejor de lo que pudo haber hecho cualquier mexicano.

Hasta Pati Chapoy, conductora del programa de espectáculos Ventaneando, se unió al veredicto. Dijo durante una transmisión que Emilia Pérez es una joya cinematográficamente hablando. “No saben qué extraordinaria película”. Ninguno de los conductores le hizo segunda, solo guardaron silencio y la miraron petrificados. Fue uno de esos momentos que a veces regala la televisión mexicana, como el de Galilea Montijo creyendo que Roma, de Alfonso Cuarón, era una película sobre la ciudad italiana.