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‘Boom’, el periodismo latinoamericano que quiere confrontar al lector

Cuatro reconocidos periodistas, entre ellos Jon Lee Anderson, fundan una plataforma para traer al público una mirada profunda de la migración, el medio ambiente y el auge de la ultraderecha en el continente

El logo e imagen de lanzamiento de la nueva plataforma de periodismo latinoamericano 'Boom', fundada por Boris Muñoz, Carol Pires, Jon Lee Anderson y Patricio Fernández.
El logo e imagen de lanzamiento de la nueva plataforma de periodismo latinoamericano 'Boom', fundada por Boris Muñoz, Carol Pires, Jon Lee Anderson y Patricio Fernández.Boom Press
Jorge Vaquero Simancas

En el medio del Darién, la espesa selva que separa Colombia y Panamá por la que el año pasado cruzaron más de medio millón de personas, se escucha una duda con voz infantil. “¿Falta mucho?”. Antes y después de la pregunta hay muerte, violaciones, familias con la esperanza de llegar a Estados Unidos y niños que cruzan ríos más altos que ellos. La angustia de la travesía se siente en el documental de la nueva plataforma de periodismo Boom. El proyecto fundado por cuatro reputados periodistas, entre ellos el corresponsal de guerra y escritor Jon Lee Anderson, se presenta este miércoles en Ciudad de México con los propósitos de confrontar al lector y explicar de una manera profunda temas como la migración, el desastre medioambiental o el auge de la ultraderecha en el continente.

La primera portada de Boom luce con los colores verde y negro, bajo los que se expone como tema central la migración. La película de 10 minutos titulada Maldito Darién muestra muertos, familiares ahogados en un río y la locución de los niños que cuentan como algunos de sus familiares han sido asesinados. El periodista venezolano Boris Muñoz, uno de los fundadores de Boom, cuenta por qué esa crudeza se expone al público. “Queremos acercar el dramatismo de lo que se vive allí. Confrontar al lector, que se sienta bastante incómodo con lo que está pasando. Que sea un periodismo que interpele, que intente sacudir”, anuncia sobre la nueva plataforma que se presenta este miércoles en Ciudad de México.

Muñoz narra por llamada telefónica que Boom quiere escapar de la etiqueta de “medio de comunicación”. En la sección de ideas de la página web, el periodista experto en violencia en México Ioan Grillo interpela directamente a la primera presidenta electa del país norteamericano con este titular: Estimada presidenta Sheinbaum, México se desangra. Es hora de parar esta catástrofe. El artículo termina con recomendaciones para reducir los índices delictivos en el país. “No hacemos noticias. Nosotros estamos en otra capa de la realidad. Es búsqueda de profundidad y espesor a la hora de analizar una realidad”, explica Muñoz.

El primer catálogo de Boom juega con los formatos. El documental del Darién viene acompañado de un pódcast, también sobre la peligrosa selva, y una fotogalería sobre las mujeres migrantes en Centroamérica. “Boom es un mosaico de los cuatro fundadores. Y también de las miradas de nuestros colaboradores, porque tenemos una apertura a que nos provoquen, que nos reten, que desafíen a los lectores con su propia mirada”, asegura Muñoz. Al cronista y editor venezolano lo acompañaron en la creación de la plataforma la periodista y guionista brasileña Carol Pires; el periodista y escritor chileno Patricio Fernández Chadwick; y el reportero estadounidense experto en América Latina Jon Lee Anderson.

El lanzamiento de Boom coincide con una época en la que América se ha sumido en discursos de odio que han alzado a políticos de ultraderecha en el continente. Muñoz admite que la intención de Boom no es combatir a figuras como Javier Milei o Donald Trump. “Lo que sí es una intención es defender la democracia”, explica el periodista. “También defender el medioambiente”, añade. Y es que en la página web luce estos días con la crisis del agua en la Amazonía o la “migración” de los árboles en Norteamérica.

El nombre de la plataforma nace de una vuelta a las raíces. Apela al Boom Latinoamericano, al fenómeno social, cultural y literario que sacudió el continente en la década de los sesenta del siglo pasado, gracias a las letras de Gabriel García Márquez y Julio Cortázar, entre otros. “A la vez buscamos un nombre que fuera subversivo, de agitación. Pero también universal, onomatopéyico. Capaz de tener asonancia con América Latina”, añade Muñoz.

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