López Obrador, sobre el triunfo de Milei en Argentina: “Fue un autogol”
La victoria electoral del candidato de ultraderecha anticipa un giro radical en las relaciones entre ambos países
“Fue un autogol”. Así calificó el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el triunfo del ultraderechista Javier Milei en las elecciones presidenciales de Argentina del pasado domingo. López Obrador y Milei han hecho públicas sus diferencias políticas y han intercambiado descalificaciones en los últimos días. “Respetamos la decisión que tomó un grupo mayoritario en Argentina, aunque es algo que consideramos no les va a ayudar”, señaló el mandatario mexicano en su conferencia de prensa de este martes. La victoria del líder de La Libertad Avanza ha reactivado los debates sobre un reacomodo ideológico en Latinoamérica y anticipa un cambio de tono profundo en la relación diplomática entre ambos países, después de acercarse durante el Gobierno de Alberto Fernández.
López Obrador se sinceró sobre la brecha ideológica que lo separa de Milei y, aunque dijo que respetaba la decisión del pueblo argentino, reconoció que no comulga con el giro a la derecha en el país sudamericano. “No estoy de acuerdo con los gobiernos clasistas, racistas. No estoy de acuerdo con la hipocresía, que es lo que caracteriza a la derecha”, señaló el presidente.
El mandatario mexicano y otros liderazgos de Morena, el partido gobernante, rechazaron que el triunfo de Milei se traduzca en un efecto dominó en México, donde Claudia Sheinbaum, la candidata oficialista, parte con ventaja en las elecciones del próximo año. López Obrador dijo que “aquí no hay nada que temer” y que “el riesgo” de un regreso de la derecha al poder es nulo. “El pueblo de México está muy consciente, es de los pueblos más politizados del mundo y sabe muy bien que los gobiernos de derecha solo favorecen a las minorías”, comentó el presidente.
En el arranque de las precampañas presidenciales, Sheinbaum también descartó un “contagio” y declaró que la situación económica en México “tiene estabilidad”, lo que reduce las posibilidades electorales de opciones políticas más radicales. Con todo, el triunfo de Milei hizo olas en el país norteamericano, donde las felicitaciones de políticos opositores han provocado polémica. “El pueblo argentino le puso un alto al mal gobierno y los malos resultados”, comentó Xóchitl Gálvez, la candidata de la coalición del PAN, el PRI y el PRD. Gálvez había destacado que “en Latinoamérica soplan vientos de cambio para mejorar nuestros países”, aunque después reculó y dijo que no compartía la agenda política de Milei. “Todo mundo sabe que no soy de extrema derecha”, aclaró.
La ultraderecha no tiene representación oficial en el sistema de partidos en México, aunque Eduardo Verástegui, que ha abanderado posiciones extremas, busca una candidatura por la vía independiente. Verástegui invitó el año pasado a Milei como orador en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), que fue organizada por el antiguo actor de telenovelas en Ciudad de México. “Celebro con fuerzas y esperanza el triunfo de mi amigo Javier Milei”, señaló el político, que aspira a reunir poco menos de un millón de firmas ciudadanas antes de enero próximo para hacerse de un lugar en la boleta. El debate en el conservadurismo mexicano sigue patente en la mayoría de los casos: tratan de conciliar el rechazo al peronismo argentino, que relacionan ideológicamente con López Obrador, pero al mismo tiempo, intentan desmarcarse del discurso antiderechos de Milei.
La secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena, había optado por una posición más sobria tras los comicios del pasado domingo. La canciller mexicana felicitó a los ciudadanos argentinos por la participación cívica en las elecciones y dijo que ambos países comparten valores como el compromiso con la democracia y el respeto a la voluntad popular. También señaló que el Gobierno mexicano estaba listo para trabajar en una agenda común con la Administración de Milei, que tomará posesión en diciembre próximo. “México siempre estará del lado del pueblo argentino”, comentó.
En su pronunciamiento institucional, la Cancillería mexicana apeló a seguir con una “relación constructiva” con el nuevo Gobierno de Argentina. La política exterior de México suele tomar distancia, se ciñe a los principios de autodeterminación y no intervención, y no tiene una tradición de “reconocer” o pronunciarse de forma tajante sobre los resultados electorales en otros países. Lo cierto es que López Obrador ya había ventilado sus diferencias con Milei y se había referido a él como un “facho” la semana pasada.
El político argentino volvió a la carga y acusó al mexicano de “soberbio” y de “chairo”, un mexicanismo que se usa para referirse de forma despectiva a los políticos y votantes de izquierda y para caracterizarlos como “resentidos” y “trasnochados”. “López Obrador es verdaderamente patético, repugnante”, declaró Milei en una entrevista televisiva hace unas semanas.
“El pueblo es soberano, aun con todos los elementos antidemocráticos que utiliza la mafia del poder económico y del poder político en todos lados”, señaló López Obrador en su más reciente conferencia mañanera. El presidente citó los casos de Argentina y de Chile, donde el ultraconservador José Antonio Kast ha ganado popularidad y terreno electoral, y criticó el “control mediático” para posicionar proyectos políticos de derecha en la región. Mientras el resto de Latinoamérica intenta descifrar las coordenadas y el impacto de los nuevos tiempos políticos en Argentina, la región entra en época electoral, con votaciones presidenciales en El Salvador, República Dominicana y México el próximo año.
Suscríbase aquí a la newsletter de EL PAÍS México y reciba todas las claves informativas de la actualidad de este país
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.