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Luis García Montero: “He tenido la suerte de un amor que merece ser recordado”

El poeta español presenta en México ‘Un año y tres meses’, el poemario que publicó tras la muerte de su esposa, la novelista Almudena Grandes

Luis Garcia Montero
El poeta Luis García Montero en el Centro Cultural España de Ciudad de México, este martes.Nayeli Cruz

En noviembre de 2021, cuando Almudena Grandes murió, el poeta español Luis García Montero depositó un ejemplar de Completamente viernes en la sepultura de su esposa. El poemario, de 1998, era una respuesta amorosa a la segunda novela de Grandes, publicada en 1991, Te llamaré Viernes. Cuando la escritora enfermó de cáncer, el poeta siguió escribiendo versos y cuando ella murió él no se detuvo. García Montero reunió esos textos, los corrigió y los publicó en un libro que cierra el ciclo, según ha dicho él en varias entrevistas. El poeta presentó Un año y tres meses este martes en Ciudad de México.

“Este libro era para mí una necesidad. Tenía que escribirlo para buscarle un sentido a una vida que se me había quedado sin sentido”, contó el poeta, que es director del Instituto Cervantes y escribe en EL PAÍS. Estaba sentado ante medio centenar de personas en el último piso del Centro Cultural España, con Ciudad de México de fondo, que se oscurecía. Llevaba la camisa blanca suelta, los pantalones beis y el saco grande, con las gafas colgándole del cuello. Se lo veía agotado después de haber volado el día anterior. A México, llegó para recibir la distinción Poeta de América, que le entregarán este miércoles en Tabasco. En España, donde vive, eran las dos de la mañana mientras hablaba.

“La vida rima, y presentar el libro el Día de los Enamorados tiene sentido”, dijo. La fecha, 14 de febrero, era solo una casualidad. Después insistió: “La vida rima, porque ahora también hace un año y tres meses de la muerte de Almudena”. García Montero empezó a escribir los primeros versos de Un año y tres meses (Tusquets, 2022) cuando a Grandes le diagnosticaron cáncer, en septiembre de 2020. Los poemas se llenaron de palabras de esa cotidianidad, como silla de ruedas, quimioterapia, cuidados paliativos... “Le agradezco a la poesía que me permitiera encontrarle sentido a las cosas”, señaló.

Luis García Montero
El poeta Luis García Montero y la comunicadora Laura García Arroyo durante la presentación del libro, este martes.Nayeli Cruz

En la primera parte del libro, el poeta acompaña la enfermedad y el deterioro de su esposa. “Para que no te dañe el sol / hemos salido casi en el crepúsculo”, escribe en El misterio y el secreto. Y describe sus días esos meses. Cómo ella se arregla el cabello, cómo él la llama al aterrizar: “(...) para decirte / que estoy en Lima, que viajar / me cansa, pero el vuelo ha sido bueno / que todo está tranquilo, / que tengo ganas de volver a casa”. En la segunda parte, el poeta se ha quedado solo. “Al final era esto. / Después de tantas vueltas, me dijiste, / todo resulta simple”, escribe en La muerte es sueño. Se siente “definitivamente hundido”: “(...) Es una forma mía de estar enamorado / para empezar de nuevo / una vida distinta / con el amor de siempre”.

Tras la muerte de Grandes, se escribieron decenas de artículos sobre la historia de amor de ambos. Sobre cómo se conocieron en los años noventa: ella tenía 32 años, un hijo, dos novelas publicadas y estaba casada; él tenía 34, una niña y varios poemarios, y estaba de novio. Sobre cómo se casaron en 1996 y tuvieron una hija, Elisa. Sobre el impacto de la obra de uno en la del otro. “Algún día se redactarán tesis universitarias rastreando referencias cruzadas entre ella y él”, escribió el periodista Javier Rodríguez Marcos. Quizás el guiño más comentado haya sido el de Completamente viernes a Te llamaré Viernes.

El libro 'Un año y tres meses'.
El libro 'Un año y tres meses'.Nayeli Cruz

“Tuve la oportunidad de completar una historia de amor con la persona con la que había vivido 30 años y de comprender que el amor, como cualquier proyecto social, tiene sentido cuando se basa en la necesidad de cuidar y ser cuidado”, dijo García Montero a la periodista Laura García, que conversó con el poeta durante la presentación. Después agregó: “Si duele mucho una pérdida es porque uno ha tenido en la vida la suerte de disfrutar de una cosa muy importante, la suerte de un amor que merece ser recordado. Porque lo mismo puede vivir uno sin enamorarse o enamorarse de mala manera”. A la muerte, dijo, “te acabas acostumbrando y le agradeces la compañía porque es la manera de convivir con la memoria”.

La tercera parte del poemario es la más breve y tiene un solo poema, el que da título al libro. El año y los tres meses finales, los más felices de su vida. El poeta no se queja de nada y recuerda la Nochevieja en la que su esposa estaba ingresada y él se disfrazó de médico para entrar en la habitación 5427. “Dividimos por dos las uvas de tu postre, / oyendo de la mano aquellas campanadas / de la televisión / que no sonaban todavía a muerto”, escribe. El público, este martes, le pidió que lo leyera en voz alta antes de irse: “Comprendí que los viajes y los libros / con sus dedicatorias / siempre han sido maneras de cuidarnos. / Comprendí las raíces de nuestra militancia, / comprendí la factura de querer / de un modo tan completamente viernes”.

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