Ricardo Monreal: “Morena va a ganar cinco de seis Estados en las elecciones del domingo”
El jefe de la bancada oficialista en el Senado y aspirante a la sucesión de López Obrador lamenta en entrevista con EL PAÍS las tensiones internas: “Hay favoritismo y eso genera fisuras”
Ricardo Monreal (Fresnillo, Zacatecas, 61 años) ha multiplicado los frentes de su lucha política. El jefe de la bancada de Morena en el Senado ha sumado a su actividad de legislador y hombre clave del oficialismo en el legislativo el reto de competir por la sucesión de Andrés Manuel López Obrador. Una carrera adelantada por la que manifiesta preocupación, al considerar que “puede debilitar a la propia institución presidencial” y genera fricciones internas. Sin embargo, el veterano político está dispuesto a dar la batalla. En las últimas semanas se ha unido a la campaña de las elecciones que se celebran el domingo en seis Estados. Desde Oaxaca ha criticado la “guerra sucia” que se libra entre adversarios y ha rechazado la filtración de un audio en el que Alejandro Moreno, líder del PRI, denuncia presiones por oponerse a la reforma eléctrica. “Es una mala conducta que entre políticos se graben, porque es una falta de confianza y de honor a la palabra”, ha lamentado. Monreal atiende a EL PAÍS por videoconferencia y, pese a todo, se muestra optimista: “Mi pronóstico es este: cinco a uno″.
Pregunta. Este domingo seis Estados van a renovar sus gubernaturas. Usted también ha viajado a varios territorios para apoyar a los candidatos de Morena. ¿Qué clima percibe en esta campaña?
Respuesta. Yo estimo que Morena va a ganar cinco de seis. Creía que cuatro de seis, pero no. Incluso en Aguascalientes, donde veía más dificultades, al final se empató. Yo soy de los que piensa que la gente decide su voto diez días antes. Pero la guerra sucia que se está desatando solo influye en un sector de indecisos muy pequeño, el 3% o el 4%. Entonces, mi pronóstico es este: cinco a uno. Y dificultades tendremos, sobre todo en tres: Tamaulipas, foco rojo para mí, Aguascalientes por lo competido y Durango. En cambio las otras tres elecciones están muy abiertas, con más de diez puntos de ventaja.
P. ¿Cuando habla de guerra sucia a qué se refiere?
R. Quiere decir panfletos, fake news, intervenciones telefónicas, espionaje, denuncias penales por delitos inexistentes, solo por el escándalo. O bien dar a conocer datos falsos sobre las personas que contienden o propaganda en redes. Todo eso es dentro de la guerra sucia que considero va a intensificarse en los próximos días.
P. Si su pronóstico se cumple, Morena y sus aliados pueden llegar a gobernar en 23 de los 32 Estados. El partido tiene amplia mayoría en el Congreso, aun si contar con la calificada. Sin embargo, pese a esa comodidad, usted mismo ha hecho llamamientos a la unidad interna.
R. Si los pronósticos se cumplen como los planteamos, Morena tendrá entre 22 y 23 estados. Es sorprendente que una fuerza política emergente haya crecido tanto en tan poco tiempo. Algunos llevaron 50, 60 años. En el caso de Morena tiene apenas ocho, porque nació en 2014, su primera elección fue en 2015 y ahora, siete años después, se ha convertido en la fuerza política dominante. Sin embargo, yo diría que a pesar de que será cómoda la distancia y cómodo el resultado para Morena, el 24 se tiene que tener mucho cuidado, porque si no hay unidad como lo he expresado, puede generarse un problema serio. Si la oposición tiene inteligencia, puede agruparse toda. En México pasa que el que gana las elecciones es el presidente de la República, no el partido. Morena incluso aún no se instala en la vida orgánica como partido, no instala una vida disciplinaria, no instala sus estructuras electorales. Su representación política es endeble, dado que no se han renovado desde su nacimiento las estructuras locales y seccionales. Es el presidente el que jala el partido, porque está bien evaluado en sus políticas públicas. Si estuviera mal evaluado, también arrastraría al partido hacia abajo. Pero tenemos a una oposición, lo digo con respeto, dispersa, debilitada, sin estrategia política.
P. ¿Por qué?
R. Ha centrado su discurso en la descalificación contra el presidente y su familia o contra sus cercanos colaboradores. La gente no confía en eso. Se fueron, en lugar de la propuesta, a la confrontación y al insulto. Y a la gente no le gusta eso, por eso creo que la oposición, teniendo posibilidades de enfrentar con éxito a Morena en su hegemonía, no lo ha podido hacer porque no tiene estrategia.
P. Los focos ya se centran en 2024. ¿Qué puede hacer el Senado antes de que se acabe el sexenio?
R. Nosotros teníamos una agenda legislativa con el presidente de la República y toda la primera etapa ya la agotamos. La agenda que se propuso el presidente sobre austeridad republicana, política social, separación del poder económico y del político, bienestar, justicia, educación... Toda esa agenda se ha agotado y quedaron tres reformas en el tintero prioritarias para el presidente: la eléctrica, que ya se rechazó. Segundo, la de la Guardia Nacional, que no se ha enviado a ninguna de las Cámaras. Y la tercera, la reforma electoral, que ya se envió a la Cámara de Diputados y que seguramente después de la elección se va a retomar. Nosotros tenemos una agenda muy amplia que va desde la marihuana hasta la ley de cuidados y una política social muy intensa. Tenemos mucho trabajo, medio ambiente, justicia, seguridad pública, pero es una agenda de los legisladores, ya no de las prioridades del presidente de la República. El presidente ha dicho ‘yo ya agoto mis prioridades en el Gobierno con estas tres’. Una ya fue rechazada y faltan dos.
P. ¿Cómo va a evolucionar el proceso de sucesión?
R. La sucesión se adelantó. Yo creo que eso puede debilitar a la propia institución presidencial. Él dice que es lo mejor para que no haya el viejo tapadismo, que no le interesa la vieja ortodoxia política de aguantar hasta el último momento para designar a su sucesor y que todos los que se consideren aptos participen en la sucesión. El presidente ha actuado con mucha inteligencia frente a la oposición, porque monopoliza los nombres y el proceso interno, sitúa a los nombres en la sociedad, fija la agenda todos los días en la mañanera y solo están los que él considera que deben de estar entre los sucesores. La oposición no ha podido combatir esta propuesta y no tiene personalidades distintas a las que el presidente menciona dentro de Morena. Por eso es que yo afirmo que la estrategia de la oposición es dispersa y que ya a estas alturas debería tener o una terna de personas o una sola persona para enfrentar a Morena. Prácticamente en un año tendremos proceso interno, aunque la elección sea en dos años.
P. Y por eso también la conversación gira en torno a Morena.
R. El debate social dice cuál es el mejor de Morena, todo está centrado en Morena y eso está fortaleciendo a Morena en uno o en otro sentido. Es una estrategia inteligente.
P. Sin embargo, hace unos meses usted empezó a advertir sobre los riesgos que puede tener una sucesión adelantada.
R. Escribí un artículo de tres entregas muy amplio a principios de este año, donde hablaba sobre los riesgos y los riesgos ya llegaron, ya se están presentando. Ahorita hubo una tregua por [la elección en] los seis Estados, pero ya se empiezan a presentar descalificaciones dentro de Morena contra uno u otro precandidato por los propios seguidores de uno o de otro. En las redes es inevitable, te acusan de traidor. O ahora que ustedes publican un reportaje en EL PAÍS sobre la línea 12 del Metro de Ciudad de México, también. O sea, hay acusaciones cruzadas, pero es parte ya del juego sucesorio de la presidencia de la República. Por eso, uno de los riesgos que yo aprendí es que si sales a la luz como precandidato y se destapas a cuatro o cinco, que son funcionarios públicos con importancia en la gestión, se van a pelear. No estoy hablando de ellos, sino de los equipos y los simpatizantes de uno y otro, sin duda. Porque no hay reglas claras, porque no hay piso parejo, porque hay favoritismo, porque no están las condiciones en igualdad y eso genera inconformidad y fisuras dentro de Morena.
P. ¿Qué es lo que más le preocupa de México?
R. Me preocupan tres cosas que asumo como asignatura pendiente. Seguridad pública, recuperación económica y cambio climático. Para mí esos son los tres grandes retos que no hemos abordado con fuerza y convicción. Y dentro de la recuperación económica, me preocupan las empresas, los créditos para reconfigurar las mismas y el campo productor de alimentos, de ganado. Hay un sector agroalimentario que debemos fortalecer para que sea más competitivo.
P. ¿Le parece viable la reforma electoral?
R. Pueden repetir lo que hicieron en el caso de la reforma eléctrica. Por eso el trabajo que debe realizar la Cámara de Diputados es todavía más profundo, perseverante, tolerante, estudiado para que pueda lograrse.
P. ¿Se refiere a una mayor negociación?
R. En efecto. Diálogo.
P. Esa reforma plantea un cambio profundo del Instituto Nacional Electoral (INE) y usted planteó que ese organismo organice las primarias de Morena. ¿Lo ve factible a estas alturas?
R. No es fácil. Yo soy muy claro, creo en las elecciones primarias, no creo en las encuestas porque soy víctima de ellas. Cuando competí para la jefatura de Gobierno, encabezaba varias encuestas de distintas casas encuestadoras, pero en la del partido perdí y me mandaron al tercer lugar. No era lógico. Creo en la elección primaria. Ellos dicen que no hay tiempo, Sí hay tiempo, es cuestión de voluntad política. Además, en muchas partes del mundo hay elecciones primarias y se generan menos rupturas internas. Entonces voy a defender la elección primaria y obviamente quien lo organice no debe ser el partido, sino un órgano electoral independiente. No es fácil. Es una lucha, pero nada es fácil.
P. ¿Cómo cree que será el clima político dentro de un año, cuando toque elegir a los aspirantes?
R. Más pesado. El clima preelectoral de 2023 va a estar sazonado por la renovación de dos estados importantes, el Estado de México y Coahuila, pero va a estar más tenso internamente y con una profunda polarización entre grupos internos. Es inevitable y es normal. Pero eso pudo haberse aplazado hasta esa fecha. Pero es una decisión del presidente y respeto profundamente las decisiones que él ha tomado.
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