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Elon Musk se reunió con el embajador de Irán ante la ONU, según el diario ‘The New York Times’

El encuentro, destinado a rebajar tensiones entre los dos países, no ha sido confirmado por el equipo de Trump

Elon Musk
Elon Musk, este jueves en la gala del America First Policy Institute en Mar-a-Lago (Palm Beach, Florida).Carlos Barria (REUTERS)
María Antonia Sánchez-Vallejo

El empresario Elon Musk, factótum del presidente electo, Donald Trump, se reunió el pasado lunes en Nueva York con el embajador de Irán ante la ONU con el objetivo de “rebajar tensiones” entre los dos países, según el diario The New York Times. El hombre más rico del mundo, que dirigirá junto al excandidato republicano a la presidencia Vivek Ramaswamy un departamento de nueva creación para mejorar la gestión gubernamental, se entrevistó durante más de una hora con el embajador Amir Saeid Iravani en un lugar secreto, según informaron posteriormente fuentes de la misión iraní en la ONU amparadas en el anonimato, que calificaron el encuentro de “positivo” y “una buena noticia”. Uno de esos funcionarios señaló que fue Musk el que solicitó la reunión y que el embajador eligió el lugar.

La reunión no ha sido confirmada por el equipo del presidente electo. Preguntado sobre si hubo tal sesión, Steven Cheung, director de comunicaciones de Trump, dijo: “No hacemos comentarios sobre informes de reuniones privadas que ocurrieron o no”. Musk no respondió a la petición de información del diario, ni ha hecho ninguna declaración en su red social, X (antes Twitter), pese a sus más que frecuentes menciones a la forja de la nueva Administración.

Por su parte, Karoline Leavitt, la portavoz de transición de la Administración entrante, dijo en un comunicado: “El pueblo estadounidense reeligió al presidente Trump porque confía en él para liderar nuestro país y restaurar la paz a través de la fuerza en todo el mundo. Cuando regrese a la Casa Blanca, tomará las medidas necesarias para hacer precisamente eso”.

Si se confirma la entrevista, no sería la primera vez que Musk, un ciudadano particular ajeno a la Administración —el departamento que codirigirá estará fuera del Gobierno—, participa en importantes reuniones, desde las relativas al nombramiento de los principales secretarios a la llamada que la semana pasada Trump hizo al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, en la que pasó el teléfono al magnate propietario de Tesla y X. Su red Starlink ha desempeñado un relevante papel para permitir y mejorar las comunicaciones en Ucrania en la guerra con Rusia, aunque el empresario ha advertido repetidamente que su contribución no sería gratis.

Cualquier contacto directo entre un alto cargo iraní y Musk alumbra la posibilidad de que el tono de enemistad declarada de EE UU hacia Irán se modere, al menos en el arranque de la nueva Administración republicana. El Departamento de Justicia de EE UU tiene a Irán en el punto de mira, especialmente desde que la campaña de Trump denunciara haber sido víctima de piratas informáticos en la órbita de Teherán, y la semana pasada presentó cargos contra tres hombres por su implicación en una trama para asesinar a Trump en el tramo final de la campaña. Dos de los tres hombres, dos vecinos de Nueva York a los que un supuesto agente de Teherán pagó 100.000 dólares por un plan de seguimiento del republicano y conocidos críticos del régimen de los ayatolás, fueron detenidos en Manhattan.

A primeros de agosto, el Departamento de Justicia acusó también a la Guardia Revolucionaria de intentar asesinar a John Bolton, consejero de Seguridad Nacional durante el primer mandato de Trump, para vengarse de la muerte del general Qasem Soleimani, máximo responsable del citado cuerpo de élite, en un osado atentado con dron en el aeropuerto de Bagdad en enero de 2020.

La retirada de EE UU del acuerdo nuclear con Irán en 2018 ha pesado como una losa sobre la casi inexistente relación bilateral, pese a los infructuosos intentos de la Administración demócrata por reactivarlo, pero el contexto de Oriente Próximo, con las guerras de Gaza y Líbano en curso y el acercamiento de Irán y Arabia Saudí, con el restablecimiento de relaciones diplomáticas en 2023, arrojan un escenario muy distinto al de la primera Administración de Trump. En septiembre, el nuevo presidente iraní, Masud Pezeshkian, tendió la mano a EE UU para reactivar el pacto nuclear, y el supuesto encuentro entre Musk y el diplomático iraní parece confirmar el gesto, aunque la inexperiencia política y diplomática del multimillonario no parezca en teoría la herramienta más adecuada para intentar ese hipotético deshielo.


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