El voto latino, decisivo en Florida, Pensilvania y Arizona
La participación del electorado hispano en algunos territorios puede dar un vuelco a los comicios presidenciales en EE UU
Los electores hispanos se han convertido este año en la minoría más importante de Estados Unidos. Conquistar su voto en algunos Estados clave puede significar dar un vuelco a los comicios, la victoria final. Con 32 millones de personas con derecho a voto, el 13,3% del electorado estadounidense, han superado al número de afroamericanos registrados, según cálculos del centro de investigación Pew Research Center. Y la cifra no deja de crecer cada año.
El voto latino sin embargo, no es un bloque. Entre el total de latinos con derecho a votar en el país, el 59% es mexicano; el 14% es puertorriqueño; el 5% de origen cubano y el 22% de otros orígenes hispanos, de acuerdo con cifras del mismo organismo. Además, los datos del censo explican que la gran mayoría no son inmigrantes, mucho menos indocumentados. El 75% nació en Estados Unidos, de manera que sus preocupaciones se asemejan más a las de cualquier otro ciudadano. La crisis del coronavirus, el seguro de salud, los salarios y el empleo, son los principales intereses de esta comunidad de electores, por encima de la migración o la justicia racial, según la encuestadora de tendencia demócrata Latino Decisions.
Su participación en las urnas desde los años ochenta ha sido tradicionalmente baja en comparación con otros grupos. La encuestadora señala que mientras que más del 60% de la población blanca o afroamericana acude a votar, los latinos solo lo hacen en un 48%. Personal de la campaña de Joe Biden ha mostrado sus preocupaciones en la recta final de las elecciones por la insuficiente participación de votantes negros y latinos en Estados clave como Florida y Pensilvania.
A pesar de la participación récord de votaciones tempranas en todo el país, en el equipo de Biden han saltado las alarmas. En Arizona, dos tercios de los votantes latinos registrados no habían participado a cuatro días de las elecciones. En Florida, la mitad de los votantes latinos y negros registrados tampoco, pero más de la mitad de los votantes blancos sí lo había hecho, según datos de Catalist, una firma de datos demócrata.
Los Estados llamados pendulares —donde ambos candidatos tienen posibilidades similares de ganar— en los que la participación del electorado latino puede ser decisiva son, sobre todo, Florida, Pensilvania y Arizona. En estas entidades, que se tiñeron de rojo republicano en las elecciones de 2016, estarán los focos este martes en lo que respecta a la participación latina, pues de ella puede depender el giro hacia los demócratas, según Equis Research, especializada en este grupo de votantes y también de tendencia demócrata.
En el caso de Arizona, uno de las entidades que comparte más kilómetros de frontera con México y tiene a un 24% del electorado latino, Trump ganó por apenas 90.000 votos. Aquí, la encuestadora estima que si la participación del voto blanco se mantiene en un 48% y la de los latinos crece a más del 18%, Joe Biden tendría una posibilidad de hacerse con el Estado. En Pensilvania, sin embargo, el peso latino apenas roza el 6%, pero los márgenes entre republicanos y demócratas son tan estrechos que pueden acabar decidiendo la elección.
Florida representa un caso particular. En este Estado la población latina está dividida entre los cubanos y venezolanos —con una mayoría tradicionalmente republicana y en contra de cualquier formación con tinte progresista— y los puertorriqueños, con una tendencia más demócrata. Ambos grupos representan casi el total de hispanos en la entidad. Aquí, Biden necesitaría altos niveles de participación y también un apoyo muy alto, si se mantiene la participación del voto blanco en un 40%, para poder volcar la elección.
El también llamado “gigante dormido” suma casi un millón de votantes jóvenes cada año. Los datos de voto anticipado mostraban un aumento significativo de menores de 30 (de todos los grupos) que habían votado masivamente en Texas, Florida y Carolina del Norte a una semana de las elecciones. En la primera entidad ya habían votado seis veces más personas que en 2016 y en Florida, casi el triple. Una participación que en algunos casos puede significar una ventaja para los demócratas, pero algunas encuestas lo matizan, porque han detectado una creciente aceptación hacia Trump entre hombres jóvenes latinos y conservadores.
El republicano ganó la Casa Blanca en 2016 después de insultar y criminalizar a toda una comunidad, de llamarlos “violadores y asesinos” y de prometer construir un muro entre México y Estados Unidos. Tras aquella campaña, el apoyo de los latinos fue de casi un 30%. Cuatro años después, todos los focos vuelven a estar de nuevo sobre el voto hispano.
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