Meloni visita por sorpresa a Trump en Mar-a-Lago

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, visitó este sábado al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach, Florida. La reunión no había sido anunciada ni por el Gobierno italiano ni por los portavoces de Trump. Meloni compartió una cena con el presidente electo y junto a otros asistentes presenciaron un documental sobre el sistema judicial estadounidense.

Meloni es la cuarta dirigente internacional que visita a Trump en su mansión de Florida desde que en noviembre ganó las elecciones. Ya acudieron allí el presidente de Argentina, Javier Milei, y el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, aliados marcadamente conservadores, como la propia Meloni. También lo hizo el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, en su caso en un viaje de urgencia después de que Trump amenazase a Canadá con imponerle aranceles del 25% si no detenía la entrada de inmigrantes y drogas por su frontera.

Trump y Meloni hablaron de diversos temas, según una fuente familiarizada con el asunto citada por Bloomberg, incluidos los aranceles con los que el presidente entrante ha amenazado a varios socios comerciales, y la detención en Irán de la periodista italiana Cecilia Sala. Sala está recluida en la tristemente célebre prisión de Evin, en Teherán, donde tiene que dormir en el suelo y con una luz encendida las 24 horas, acusada sin más precisiones de violar las leyes.

La detención de Sala en diciembre se produjo días después de que las fuerzas del orden italianas, a petición de Estados Unidos, detuvieran a su vez en el aeropuerto de Malpensa (Milán) a un empresario suizo-iraní, Mohammad Abedini Najafabadi. Abedini está acusado por Estados Unidos de facilitar piezas para la fabricación de drones que se utilizaron en un ataque en 2023 en el que murieron tres soldados estadounidenses en Jordania. Irán ha negado su implicación en el ataque y ha advertido a Italia de que su extradición a Estados unidos dañaría la relación bilateral. El empresario permanece bajo custodia italiana mientras las autoridades analizan su caso.

Meloni ha forjado una estrecha relación con Elon Musk, el hombre más rico del mundo y gran aliado de Trump, que aportó más de 260 millones de dólares a su campaña presidencial y le ha acompañado frecuentemente desde las elecciones. La primera ministra italiana, de extrema derecha, es una potencial aliada del futuro presidente republicano.

Tommaso Foti, ministro italiano de Asuntos Regionales y de la UE, dijo el domingo que la reunión demostraba que Italia podía actuar como “puente diplomático entre dos mundos: la Unión Europea y Estados Unidos”, según recoge Reuters.

Trump hizo su primera aparición en el salón de baile del club a las 19.09 horas (seis horas más en la España peninsular). Se marchó poco después de ser anunciado y regresó tras la cena. Hacia las 21.07, Trump subió al escenario para presentar la proyección de un documental y dijo de Meloni: “Es muy emocionante, estoy aquí con una mujer fantástica, la primera ministra de Italia, a la que todo el mundo conoce, Giorgia Meloni. Realmente ha sacudido Europa, y a todos, y acabamos de cenar esta noche”. Los presentes aplaudieron a la primera ministra, según las imágenes difundidas en las redes sociales.

El presidente electo hizo subir al escenario a Marco Rubio, designado para ser secretario de Estado, que calificó a Meloni de “gran aliada” y “líder fuerte”. La primera ministra italiana no intervino.

A continuación, Trump tomó asiento entre el público para ver el documental Eastman Dilemma: Lawfare or Justice, que sostiene la tesis de que en los últimos años Estados Unidos ha padecido un sistema judicial de doble rasero que ha atacado injustamente a los abogados que representan a clientes conservadores. El documental cuestiona las investigaciones criminales a las que se enfrenta John Eastman, un antiguo abogado de Trump que diseñó un plan para que Trump fuera elegido presidente hace cuatro años por el Congreso pese a su derrota en las elecciones. Trump insistió sobre el escenario en que ese plan era viable. El propio presidente electo ha sido imputado en cuatro ocasiones, dos de ellas relacionadas con su intento de robar las elecciones de 2020, y está citado el próximo 10 de enero para escuchar la sentencia por los 34 delitos de los que le declaró culpable en mayo pasado un jurado popular en el caso Stormy Daniels. Se convertirá el 20 de enero en el primer delincuente convicto que asume la presidencia.

La proyección comenzó sobre las 21.13 horas, y entre los asistentes estaban también, además de Trump, Meloni y Rubio, el congresista por Florida Mike Waltz, que será consejero de seguridad nacional del nuevo presidente y el elegido para secretario del Tesoro, Scott Bessent. También asistieron a la proyección del documental el exalcalde de Nueva York y antiguo abogado de Trump, Rudy Giuliani, que tiene problemas con la justicia ―al que el presidente electo le dedicó palabras cariñosas “Rudy va a volver a la cima”― y Peter Navarro, otro antiguo asesor que pasó cuatro meses en la cárcel por desacato al Congreso por negarse a declarar ante la comisión de investigación del asalto al Capitolio.

Tras la cena y el documental, aproximadamente cinco horas después de su llegada, la primera ministra italiana emprendió viaje de vuelta a Roma.

El actual presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tiene previsto viajar a Roma del 9 al 12 de enero, en los últimos días de su mandato, donde además de con Meloni y con el presidente de Italia, Sergio Mattarella, se reunirá también con el papa Francisco. Biden es católico practicante y ha estado manteniendo contacto de forma frecuente con el Papa, según los medios estadounidenses. Será probablemente el último viaje al extranjero de Biden como presidente.

La Casa Blanca dijo al anunciar el viaje a Italia que en la audiencia con el Papa, Biden hablará de los esfuerzos para impulsar la paz en el mundo. La reunión con Meloni, mientras, “pondrá de relieve la fortaleza de la relación entre Estados Unidos e Italia” y Biden agradecerá a la primera ministra “su fuerte liderazgo del G-7 durante el año pasado”.