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Ishiba es reelegido primer ministro de Japón por la mínima

Sin mayoría parlamentaria, el jefe del Ejecutivo nipón se verá forzado a pactar con fuerzas minoritarias para sacar adelante sus políticas

Ishiba elecciones Japón
Shigeru Ishiba, tras ser reelegido primer ministro este lunes.FRANCK ROBICHON (EFE)
Guillermo Abril

El actual primer ministro de Japón y líder del conservador Partido Liberal Demócrata (PLD), Shigeru Ishiba, ha sido reelegido por la mínima para llevar de nuevo la batuta del Ejecutivo nipón en la votación de investidura celebrada este lunes en una sesión extraordinaria de la Dieta (el Parlamento del país). El nuevo premier, que ganó las elecciones de finales de octubre, pero dejándose por el camino la mayoría de la que gozaba su partido, tendrá por delante una ardua tarea de pactos y equilibrios políticos con formaciones minoritarias.

Por primera vez en 30 años ha debido realizarse una segunda ronda de desempate en la Cámara baja, después de que Ishiba no lograra asegurar un apoyo mayoritario de los legisladores en la primera. La votación parlamentaria ha sido el mejor reflejo de la fragilidad a la que se enfrentará su próximo Gobierno, en un momento de incertidumbre global, con el inminente regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, las tensiones regionales con China y Corea del Norte en auge, y un panorama interno complicado por el elevado coste de vida al que se enfrentan los japoneses.

Ishiba, de 67 años, sustituyó el 1 de octubre a Fumio Kishida al frente del país y decidió, de inmediato, convocar elecciones para reafirmarse en el cargo, aprovechando el supuesto tirón del efecto sorpresa en las encuestas. La jugada, sin embargo, no salió como esperaba. Su formación, que ha regido Japón sin apenas interrupciones desde su fundación en 1955, ganó los comicios celebrados el 27 de octubre, pero con los peores resultados desde 2009. Junto a su tradicional socio de Gobierno, el partido budista Komeito, se quedó lejos de alcanzar la mayoría absoluta de la que gozaban. El PLD y Komeito se quedaron en 215 escaños, muy lejos de los 288 de la legislatura anterior y a una distancia considerable de los 233 necesarios para controlar la Cámara baja, de 456 asientos.

Shigeru Ishiba, este lunes durante la votación en el Parlamento de Tokio (Japón).
Shigeru Ishiba, este lunes durante la votación en el Parlamento de Tokio (Japón). Kim Kyung-Hoon (REUTERS)

Este lunes, en la segunda vuelta de la votación en la Cámara baja, el órgano fuerte de la Dieta, Ishiba se ha impuesto a Yoshihiko Noda, presidente del Partido Constitucional Democrático (PCD), principal formación de la oposición, con 221 votos frente a 160, según ha recogido la prensa local. El PCD fue el principal beneficiado del castigo de los votantes al PLD en las elecciones, aunque no logró cuajar una mayoría suficiente para plantear una alternativa real de Gobierno.

Descontento

El zarpazo en las urnas es fruto de una mezcla del descontento por la corrupción del partido gobernante —señalado por un escándalo de financiación irregular—, además de por el coste de la vida, la inflación y la atonía económica del todavía cuarto país del mundo por PIB. La sacudida ha obligado a Ishiba a tratar de gobernar con apoyos puntuales de formaciones minoritarias, pero de momento ha declinado ampliar la coalición de Gobierno.

La perspectiva de un Ejecutivo en minoría le obligará a hacer malabarismos. En vísperas de la sesión parlamentaria extraordinaria de este lunes, la coalición gobernante ha mostrado su disposición a trabajar con el Partido Democrático para el Pueblo (PDP), de centroderecha, una de las minorías de la oposición convertida en una de las importantes fuerzas bisagra. Su líder ha expresado su voluntad de llegar a acuerdos puntuales. Una de las pruebas de fuego será la próxima aprobación de un presupuesto suplementario para los próximos meses, para el que el Gobierno requerirá del apoyo de al menos una formación opositora.

“Adoptaré un enfoque sincero con todos los partidos”, ha asegurado Ishiba en una comparecencia ante la prensa antes de ser investido, según ha recogido la agencia Kyodo. “Lo importante es conseguir que Japón sea una nación pacífica y que mejore la vida de la gente. En esto estamos de acuerdo con el PDP y el PCD”.

Ishiba, un veterano político que ha ejercido las carteras de Defensa y Agricultura en el pasado, comienza en breve con la agenda internacional, que incluye la cumbre del G-20 que se celebra la semana que viene en Brasil. Ishiba también está tratando de organizar una parada en Estados Unidos en torno a esas fechas para encontrarse con el presidente electo Trump, según la agencia Reuters.

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Sobre la firma

Guillermo Abril
Es corresponsal en Pekín. Previamente ha estado destinado en Bruselas, donde ha seguido la actualidad europea, y ha escrito durante más de una década reportajes de gran formato en ‘El País Semanal’, lo que le ha llevado a viajar por numerosos países y zonas de conflicto, como Siria y Libia. Es autor, entre otros, del ensayo ‘Los irrelevantes’.
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