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Un ajuste de cuentas entre bandas en Francia deja cinco heridos y un menor en coma

La reyerta, en la que participaron al menos 50 personas en la ciudad de Poitiers, engrosa la lista de episodios de violencia por narcotráfico. El ministro del Interior habla ya de “mexicanización”

Tres furgones policiales en Poitiers, este viernes después del tiroteo.
Tres furgones policiales en Poitiers, este viernes después del tiroteo.Préfet de la Vienne
Daniel Verdú

Francia le ha declarado la guerra al narcotráfico. El problema es que los narcotraficantes también se la han declarado a la República francesa. El contador de muertos y heridos fruto de los ajustes de cuentas entre bandas no deja de subir en las últimas semanas. Y el jueves por la noche, una reyerta en la que se vieron implicadas entre 50 y 60 personas en Poitiers (centro-este de Francia) dejó cinco heridos de gravedad y un adolescente entre la vida y la muerte. El ministro del Interior, Bruno Retailleau, visitó el lugar y no puso paños calientes. “Son traficantes que emplean los medios más brutales para ajustar cuentas y satisfacer su avaricia. Pero esto no ocurre en Sudamérica, sino en Rennes y Poitiers. Estamos en un punto de inflexión. Tenemos que elegir entre una movilización general y la mexicanización del país”.

El suceso de Poitiers, a eso se refiere Retailleau, no es un caso aislado. Se suma a los episodios de violencia extrema registrados en las últimas semanas en Marsella, Grenoble o Cavaillon, donde las bandas de narcotraficantes desafían sin rubor a la policía y al Estado. En esta última localidad, una ramificación de la DZ Mafia —una organización nacida en uno de los barrios del norte de Marsella— quemó varios vehículos de la policía e incendió la comisaría después de una redada en la que les fue decomisada una cantidad importante de droga. En Marsella, hace un mes, un adolescente de 15 años fue apuñalado una cincuentena de veces y luego quemado vivo tras otro ajuste de cuentas entre bandas. Y en Grenoble, cada semana se registran nuevos episodios de violencia.

Los hechos de este jueves ocurrieron en el barrio de Les Couronneries de Poitiers, una zona con alta densidad de edificios de protección oficial y de realojo habitada por unas 20.000 personas y caracterizada por la fuerte presencia del narcotráfico. En algunos de estos distritos, pequeñas ciudades edificadas en los años sesenta en la periferia de algunas localidades francesas, los narcotraficantes han tomado el control de las entradas y salidas, y a la policía le resulta muy difícil actuar. El tiroteo estalló alrededor de las 23.00 en la terraza de una hamburguesería en la plaza Coimbra de la ciudad, que está en la prefectura de Vienne. Cinco personas resultaron gravemente heridas, pero se contabilizaron al menos 12 impactos de bala y el mismo número de casquillos en la fachada del restaurante, y se halló una sola arma en el lugar de la pelea posterior, según publicó el diario Le Figaro. Uno de los heridos, Anis S., nacido en junio de 2009 y de 15 años, se encuentra entre la vida y la muerte, según la policía. Recibió un disparo en la cabeza. Por el momento, no se ha realizado ninguna detención.

Tras el tiroteo, se generó una pelea multitudinaria entre unos 60 individuos que señalaban a otros como allegados a los autores de los disparos. La policía tuvo que usar gases lacrimógenos para dispersarles. Más tarde, el prefecto de Vienne, Jean-Marie Girier, precisó a la cadena BFMTV que había “varios cientos de personas” alrededor del lugar donde ocurrió el incidente. “No todos participaron en la pelea. Pero muchos estaban presentes”, agregó. Poco después de los disparos, “los familiares de la víctima en estado de muerte cerebral fueron a buscar a una persona a su casa para hacerla hablar y saber quién era el autor del disparo y dónde se encontraba”, señalaron algunos de los testigos a Le Figaro. “Luego, sacaron a esta persona de su casa para llevarla a otro apartamento”, añade, indicando que la policía intervino “para detener lo que parecía un secuestro”.

En un comunicado publicado en su cuenta de X, la alcaldesa ecologista de Poitiers, Léonore Moncond’huy, ha condenado este “nuevo episodio de violencia inaceptable para el barrio y la ciudad”. “La juventud de las víctimas y de las personas implicadas es particularmente impactante y preocupante. Deseo una pronta recuperación a los heridos”, agregó la regidora, que también ha hecho un llamamiento a “la responsabilidad de todos para mantener la calma en la ciudad”. “La ciudad solicita que la investigación aclare rápidamente las circunstancias precisas del incidente y permita identificar y arrestar a los autores”, ha concluido.

Desde su nombramiento como ministro el Interior, Retailleau ha abogado por convertir la lucha contra el narcotráfico en una “causa nacional”, por lo que ha pedido que se inicie una movilización contra el tráfico de drogas similar a la realizada contra el terrorismo. “Vamos a establecer un grupo de trabajo para desmantelar el ecosistema del tráfico de drogas”, declaró el viernes, haciendo hincapié en la importancia de una “estrategia integral” para intentar frenar este fenómeno.

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona pero aprendió el oficio en la sección de Madrid de EL PAÍS. Pasó por Cultura y Reportajes, cubrió atentados islamistas en Francia y la catástrofe de Fukushima. Fue corresponsal siete años en Italia y el Vaticano, donde vio caer cinco gobiernos y convivir a dos papas. Corresponsal en París. Los martes firma una columna en Deportes
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