Israel dispara la tensión en Cisjordania con una ofensiva que provoca 18 muertos en dos días
La Organización Mundial de la Salud planea iniciar la vacunación contra la polio en Gaza este domingo tras un acuerdo entre el ejército israelí y Hamás para pausar los enfrentamientos
La ofensiva israelí en el norte de Cisjordania, una de las mayores desde el final de la Segunda Intifada en 2005, se ha cobrado 18 vidas en sus dos primeros días. Los últimos, este jueves, cinco palestinos en una mezquita en la ciudad de Tulkarem, donde continúa la redada y los enfrentamientos con milicianos. El ejército israelí asegura que los cinco eran terroristas de la Yihad Islámica, entre ellos Muhhamad Yabber, conocido como Abu Shuyaa, su responsable en el campo de refugiados de Nur Shams. La Yihad Islámica ha reconocido su muerte, tras sobrevivir a varios intentos de asesinato.
El ejército lanzó en la madrugada del miércoles una amplia ofensiva simultánea en tres zonas del norte de Cisjordania y dejó más de una decena de palestinos muertos en su primera jornada. Ese mismo día, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, llamó a actuar en Cisjordania igual que en Gaza, “incluida la evacuación temporal de los residentes palestinos y cualquier medida que sea necesaria”. De momento, ocho palestinos han muerto en la región de Yenín, seis en Tulkarem y cuatro en Tubas. Hay, además, más de 20 heridos, en lo que Amnistía Internacional ha calificado este jueves de “terrible aumento” en el uso de la fuerza letal.
La operación comenzó a primera hora del miércoles con cientos de tropas israelíes respaldadas por helicópteros, drones y vehículos blindados de transporte de personal que atacaron las ciudades de Tulkarem, Yenín y áreas del valle del Jordán. También hubo una interrupción total de la red en la empresa Jawwal, una de las dos principales compañías de telecomunicaciones en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania, según señaló un testigo.
En Yenín, este jueves, las excavadoras avanzaban por las calles vacías con el sonido de fondo de los drones. Las tropas israelíes permanecían estacionadas frente al principal hospital de la ciudad. El miércoles, los militares bloquearon el acceso al centro sanitario con montículos de tierra y controlaron la entrada de ambulancias para evitar que los combatientes buscaran refugio allí. La Media Luna Roja Palestina ha denunciado que las tropas impiden a los vehículos de socorro acercarse a auxiliar a los heridos y han rodeado el hospital en Yenín. También que han perdido el contacto con sus trabajadores en el lugar.
Los brazos armados de las facciones Hamás, Yihad Islámica y Al Fatah dijeron en declaraciones separadas el miércoles que sus hombres habían detonado bombas contra vehículos militares israelíes en Yenín, Tulkarem y Fara’a, un campamento de refugiados cercano a la ciudad de Tubas. Dos soldados han resultado heridos.
La presión militar y los ataques a personas y propiedades por parte de colonos radicales judíos en Cisjordania se han disparado en paralelo a la guerra de Gaza. Las redadas son aún más frecuentes y han dejado casi dos muertos diarios de media. También han aumentado los enfrentamientos con milicianos de distintas facciones, bien clásicas o locales de reciente creación. El ministro israelí acusó el miércoles a Irán de intentar abrir un nuevo frente en Cisjordania con su apoyo armamentístico a las facciones armadas palestinas, como lo ha hecho en Gaza y en Líbano, donde Israel ha estado intercambiando fuego casi a diario con militantes del grupo iraní Hezbolá.
“Todos los medios necesarios”
“Esta es una guerra en todos los sentidos, y debemos ganarla”, escribió en la red social X. Para abordar la amenaza, Katz dijo que Israel tendría que utilizar “todos los medios necesarios, incluyendo, en casos de combate intenso, permitir evacuar temporalmente a la población, de un barrio a otro, para evitar daños a los civiles”.
Desde que comenzó la guerra de Gaza, miles de palestinos han sido arrestados en Cisjordania y Jerusalén Este, y más de 660, entre combatientes y civiles, han muerto, según cifras del Ministerio de Sanidad de la Autoridad Nacional Palestina. Al menos 30 israelíes, entre soldados y civiles, han muerto en ataques en Jerusalén y Cisjordania durante el mismo periodo, según los recuentos israelíes.
En Gaza, mientras, el ejército ha desplazado a la fuerza varias veces a casi todos los 2,3 millones de habitantes del enclave, dando lugar a una crisis humanitaria y a la difusión de enfermedades mortales. Una de ellos, la polio, ha regresado a la Franja después de 25 años. La Organización Mundial de la Salud se dispone a comenzar la vacunación este domingo. Hay un “acuerdo preliminar” con Israel para que no bombardee en determinadas zonas, ha informado Rik Peeperkorn, responsable del organismo para los territorios palestinos.
Consiste en tres pausas separadas de tres días en zonas específicas de la Franja para permitir la vacunación de unos 640.000 niños contra la polio. Peeperkorn ha confirmado que las pausas se llevarán a cabo entre las 6.00 y las 15.00 (hora local, una menos que en la España peninsular). La campaña comenzará en el centro de Gaza, luego se trasladará al sur y finalmente se desplegará en el norte. No es un alto el fuego, como se ha esforzado en recordar en un comunicado, para no aparentar debilidad, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
La última ronda de violencia entre israelíes y palestinos comenzó el 7 de octubre después de que milicianos de Hamás asaltasen por sorpresa Israel, matando a casi 1.200 personas (sobre todo civiles) y tomando más de 250 rehenes, de los que un centenar sigue cautivo: una parte con vida, decenas sin ella. La posterior invasión ha destrozado partes enteras del enclave y matado a más de 40.500 personas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.
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